ESTRATEGA DETRÁS DE LA REFORMA DE CHINA
Xi ha puesto en marcha las reformas de mayor escala del mundo para avanzar en la modernización de China en el siglo XXI.
Unas tres semanas después de asumir su puesto de secretario general del PCCh en 2012, Xi recorrió la misma ruta que tomó su predecesor Deng Xiaoping en 1992, hasta la provincia meridional china de Guangdong, el frente de reforma de hace más de 30 años.
"La reforma y la apertura al exterior deciden el destino de China", dijo Xi en Guangdong.
Tras más de 30 años de reforma y apertura, lo que persiste tras el milagro económico son los obstáculos más pertinaces, tales como la mentalidad anticuada, los defectos institucionales profundamente arraigadas y los fuertes intereses creados.
Muchos de quienes cuestionaron el futuro del país armaron una serie de teorías, desde el aterrizaje forzoso económico hasta el colapso total, pero Xi es plenamente consciente de su responsabilidad.
"He estado ansioso día y noche por temor a no hacer honor a la confianza recibida cuando me fue asignada la gran misión", indicó Xi en una reunión con altos cargos militares poco después de asumir el cargo, citando a Zhuge Liang, un político de hace unos 1.800 años, conocido por su pensamiento estratégico y diligencia.
Xi trazó su diseño y proyecto estratégico de máximo nivel mediante el plan integrado de cinco áreas; a saber: promover el progreso económico, político, cultural, social y ecológico coordinado, y la estrategia integral de cuatro vertientes, que supone actuar extensivamente para completar la construcción de una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos, profundizar en la reforma, avanzar en la gobernanza basada en la ley y fortalecer el autogobierno del Partido.
El secretario general definió la presente fase de desarrollo económico de China como "la nueva normalidad", que demanda nuevas alternativas para el crecimiento, la estructura y la fuerza motriz de la economía.
Xi dirigió desde abril de 2013 un equipo de funcionarios dedicados a elaborar un informe clave para la tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, un documento que posteriormente fue la base de la reforma subsiguiente.
"Recibimos más de 10.000 propuestas de varios departamentos y autoridades locales. Lo difícil fue establecer prioridades", recordó Zheng Xinli, exsubdirector de la Oficina de Estudio de Políticas del Comité Central del PCCh. "Fue Xi quien tomó la decisión final de concentrarse en la debilidad institucional, los problemas que provocaban los conflictos sociales más graves y los que más peticiones de solución generaron entre el público".
También fue Xi quien tuvo la última palabra sobre una de las mayores innovaciones del borrador, que fue la de replantear el papel del mercado en la distribución de los recursos de "un papel básico" que había sido reiterado por numerosos documentos del Partido desde 1992, a "un papel decisivo", un gran salto en la relación entre el mercado y el gobierno.
Siguiendo el plan se realizaron una serie de reforma que abordaron las áreas más difíciles y complicadas, desde las empresas de propiedad estatal, el registro civil, la administración fiscal o los terrenos rurales hasta los hospitales públicos.
Algunas de dichas reformas habían sido consideradas anteriormente como demasiado delicadas para acometerse.
El exhaustivo plan de reforma de 2013 incluyó un cambio de política sobre las viviendas proporcionadas a los altos funcionarios. Durante años a estos les eran concedidas residencias permanentes que podían ocupar con sus familiares incluso después de la jubilación. Dar alojamiento solamente a funcionarios en activo era una posibilidad ya discutida pero no adoptada hasta la época de Xi.
Xi fue denominado "el líder de nuestro grupo" por el Diario del Pueblo, periódico emblema del PCCh, pues en los cinco años precedentes el dirigente había presidido numerosos grupos directores sobre cuestiones clave como la reforma integral, la seguridad de internet, la reforma militar o los asuntos financieros y económicos. Xi también anunció que el PCCh establecería un grupo dirigente central para avanzar en la gobernanza interdisciplinar basada en la ley.
Xi intervino personalmente en la labor de dichos grupos, revisando cada borrador de las principales medidas de reforma frase por frase.
Fuentes cercanas al secretario general aseguraron a Xinhua que todos los informes que le son entregados, incluso a última hora de la tarde, son devueltos con las instrucciones adecuadas la mañana siguiente.
Bajo la dirección de Xi, China ha entrado en una etapa de reforma y apertura al exterior más profunda e integral.
Está cobrando forma una economía moderna, en la estela de la reforma estructural a gran escala por el lado de la oferta y los proyectos para promover la innovación, la revitalización rural, el desarrollo regional coordinado, la economía de mercado socialista y la apertura al exterior.
Para ayudar a los funcionarios a entender plenamente la necesidad y la urgencia de la reforma estructural por el lado de la oferta, Xi les relató historias de la obsesión de los turistas chinos por las arroceras y tapas de inodoro eléctricas de fabricación japonesa, un ejemplo de la atención que presta al devenir cotidiano
La visión de Xi se materializó en el acto que estableció la meta integral de profundizar en la reforma al tiempo que se mejora y desarrolla el sistema del socialismo con características chinas y se moderniza el sistema del país y su capacidad de gobierno.
La campaña para dotar de mayor alcance a las instituciones gubernamentales y hacerlas más estables y eficientes fue aplaudida como "la quinta modernización", un añadido a la conocida consigna de las "cuatro modernizaciones" (agricultura, industria, defensa y ciencia) presentada por primera vez por el Partido en los años 60.
El diseño de la modernización de China incluyó otros numerosos componentes, desde el gobierno basada en la ley, el respeto por el medio ambiente o los valores socialistas centrales hasta la confianza cultural.
La visión de Xi de "un gran país socialista moderno", que tiene como fin alcanzar el triunfo del socialismo sobre el capitalismo en todos los aspectos, no sólo orienta a China para evitar caer en la trampa de las rentas medias sino que también constituye un modelo para la gobernanza de los países socialistas.