MEXICO, 24 nov (Xinhua) -- La agencia de sanidad agroalimentaria de México revocó un permiso que la transnacional de semillas Monsanto tenía desde 2012 para liberar al ambiente soya genéticamente modificada en siete estados del país, informó este viernes el gobierno mexicano.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) señaló que tomó la medida después de que constató que la semilla se sembró, durante el ciclo de 2016, en predios del sureste mexicano a pesar de una suspensión ordenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La revocación del permiso se decidió una vez que se contó con los resultados de pruebas por parte del Centro Nacional de Referencia en Detección de Organismos Genéticamente Modificados, apuntó la agencia en un comunicado difundido por la Secretaría de Agricultura.
"Lo anterior, con la convicción de cumplir puntualmente con los mandatos de ley y el respeto irrestricto a los derechos humanos", explicó el Senasica.
La firma estadounidense contaba con un permiso desde junio de 2012 para liberar al ambiente en etapa comercial soya transgénica resistente al herbicida glifosato, luego de que el Senasica y las secretarías del Medio Ambiente y de Salud dieron su visto bueno.
El permiso abarcaba miles de hectáreas en los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tamaulipas, San Luis Potosí, Yucatán y Veracruz.
La Corte había suspendido a partir de noviembre de 2015 la diseminación en Campeche, Quintana Roo y Yucatán, en el sureste del país, tras amparar en distintas resoluciones a comunidades indígenas de esos estados que acusaron no haber sido consultadas para el permiso.
"El permiso fue revocado en congruencia con el espíritu del gobierno de la República de mantenerse atento a la voz de las comunidades indígenas del país y resolver las diferencias con base en ciencia y en total apego al Estado de derecho", agregó el Senasica.
Monsanto dijo, en un comunicado, que no existen razones científicas ni legales para revocar el permiso y que el Senasica busca imputarle la siembra ilegal sin haber analizado cómo es que ésta se realizó.
Agregó que no ha vendido desde 2016 soya genéticamente modificada en los estados del sureste y desde junio de este año anunció públicamente que suspendía su comercialización en siete entidades, de cara a no interferir con las consultas indígenas que la Corte ordenó en sus fallos.