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Mexicano acoge a cientos de familias desamparadas afectadas por Sida

Por Carina López

MEXICO, 30 nov (Xinhua) -- El mexicano Luis Alejandro Figueroa Munguía estableció, hace dos décadas, la Fundación Domus Alipio, un refugio temporal en la Ciudad de México para cientos de familias desamparadas afectadas por el VIH/Sida. Desde entonces, ha ayudado a unos 14.000 enfermos de todo el país.

"Es cierto que la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) no es curable, pero es tratable y, si se cuida de manera adecuada, se puede hacer una vida normal, formar una familia y reintegrase a la sociedad", dice a Xinhua Figueroa Munguía a propósito del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se conmemora este 1 de diciembre.

El Sida, continúa, no es una enfermedad que incapacite a las personas ni que las debe marginar de la sociedad.

"Hace 20 años había una gran escasez de medicamentos como también una falta de médicos especialistas para atender esta pandemia. Por ello, nos dimos a la tarea de salir a las calles y hospitales a buscar personas que estuvieran infectadas por ese síndrome y así ver de qué manera las podíamos apoyar", relata.

Figueroa Munguía y un grupo de voluntarios comenzaron a auxiliar a los enfermos, que ahora suman 700 por año, brindándoles apoyo moral, económico, escolar y laboral.

La primera familia que recibió la fundación era un papá seropositivo con seis hijos, tres de ellos también seropositivos. La madre había fallecido hacía tres días.

"Recuerdo que esta familia se encontraba en la calle, por lo que los acogimos en el albergue y logramos encauzar al padre y estabilizar su salud", cuenta.

El albergue es totalmente gratuito y ofrece a los enfermos múltiples servicios como exámenes clínicos, traslados, medicamentos (no antirretrovirales), alimentos, así como atención legal y psicológica.

Para Figueroa Munguía, uno de los mayores logros de la fundación ha sido la recuperación de la salud de los pacientes y la estabilidad emocional, laboral e incluso psicológica de cada una de las personas que acuden a pedir ayuda.

"La fundación sobrevive de la caridad, de las cortesías de algunos laboratorios y farmacias, así como de eventos especiales que nuestros bienhechores organizan para recaudar fondos que nos hacen llegar en seguida", detalla.

En los primeros meses de 2018, la fundación abrirá un nuevo albergue en la ciudad de Nezahualcóyotl, en el estado de México (centro), con capacidad para cobijar a cientos de personas.

América Latina es la segunda región más afectada por la enfermedad después de Africa, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En México, la cifra se ha cuadruplicado en 25 años. En 1990, 48.000 personas vivían con el virus, en 2015 el número creció a cerca de 200.000, de acuerdo con las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para el Sida (Onusida).

Entre las personas acogidas en la fundación está Claudia, madre de tres hijos y que contrajo el virus hace 17 años. Llegó a Domus Alipio poco tiempo después de enterarse de había sido infectada por su esposo y transmitir, sin saberlo, el virus a sus dos hijos.

Antes de cumplir un año de vida, Claudia llevó al hospital a su hijo menor por una neumonía. Sin embargo, al hacerle un análisis de sangre se percataron de que tenía el VIH.

La mujer, de 37 años, explica a Xinhua que en la fundación ha vivido los momentos más agradables de su vida. "Cuando mi niño cumplió un año, los que en ese momento estaban en el albergue lo festejaron y aceptaron con gran cariño", relata.

En la actualidad, su hijo tiene 15 años y estudia el primer semestre de Enfermería, inspirado en todo lo acontecido desde su niñez.

"Yo les diría a todas las personas que pasan por esta situación que pidan ayuda, no sólo a los familiares, sino a organizaciones como ésta, de las cuales a veces obtenemos más cariño de nuestra propia familia", subraya.

Claudia trabaja en un "tianguis" (mercado) del barrio de Tepito, en la Ciudad de México.

"La fundación me ayuda mucho, me da los medicamentos, despensas y me ayudan a pagar la colegiatura de mi niño más chiquito, y hasta el momento no he sido víctima de discriminación; al contrario, mi vida ha transcurrido de manera normal", dice.

Claudia se encuentra muy bien de salud, controlada y estable, y agradecida a la fundación por la oportunidad de seguir viviendo.

El contagio del VIH en México es predominantemente sexual, con el 90 por ciento de los casos.

Según los especialistas, el reto es el diagnóstico temprano para paliar los daños y evitar nuevas infecciones. Por eso, dicen, es necesario suprimir el estigma que supone hacerse la prueba y convertirla en una medida rutinaria.