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Respetar la soberanía y tender puentes "es parte de la enseñanza" de China al mundo

Por Carmen González y Zhao Hui

BEIJING, 3 dic (Xinhua) -- Una relación con el mundo basada en "respetar la soberanía de todos los pueblos y tender manos entre todos es parte de la enseñanza que China está dejando al mundo", de acuerdo con la vicepresidenta del gobernante Frente Amplio (FA) de Uruguay, Sandra Lazo.

Lazo estuvo entre los 600 participantes de unas 300 formaciones políticas de más de 120 países que participaron en el Diálogo de Alto Nivel del Partido Comunista de China (PCCh) con Partidos del Mundo, una cita inédita hasta la fecha que arrancó el jueves en Beijing y se clausuró este domingo.

"Es imposible que un pueblo, y esto es aplicable para todos los pueblos de la humanidad, pueda llegar a sintetizar un pensamiento tan claro de lo que debe ser la paz y el respeto a los pueblos hermanos si antes no aprende a querer y a rescatar su propia cultura", dijo en una entrevista con Xinhua durante el evento.

Se refería de este modo al concepto de comunidad de destino compartido para la humanidad planteado en 2013 por el presidente chino, Xi Jinping, que es también secretario general del PCCh, y que ha sido uno de los ejes del diálogo.

Para Lazo, "el concepto de hacer fuerte una nación aplastando no ha funcionado, ha sembrado el mundo de guerra, de hambre", por lo que "la gran revolución es haber logrado este otro concepto, de respeto por lo que decide tu pueblo, pero con la disposición a tender una mano desde el punto de vista de cooperación en el conocimiento, en la salud, en lo tecnológico".

"Ese es el atractivo más grande que debe tener para fuera de China, no solo para los chinos", resaltó la también senadora, quien estuvo acompañada en la delegación uruguaya por el presidente del FA y dos integrantes de la oposición.

La propuesta china, detalló, entraña "la visión de rescatar y conservar una teoría que tiene que ver con bases comunes, como es el marxismo, la base de los partidos de izquierda, pero con una visión muy particular, que es la visión del territorio, en este caso la de China".

No se trata, apuntó haciéndose eco del discurso inaugural de Xi, de exportar modelos, sino de que "cada pueblo debe hacer su propio camino", aunque lo que sí ha quedado demostrado es que "el mundo, en una economía neoliberal, en una economía netamente capitalista, no ha sido feliz".

A su juicio, la diplomacia internacional tiene "un rol fundamental" en este siglo y la respuesta a los desafíos está en buena medida en "la cooperación desde todos los puntos de vista: político, de capacitación, de intercambio de conocimientos".

Otro de los requisitos en la construcción de esa comunidad justa y con un bienestar común es, según Lazo, que la ética regrese a la política, otro de los temas más discutidos durante el diálogo.

"Todas las medidas que los partidos tomen para asegurar la ética y la honestidad en su propio seno son en el beneficio del pueblo, no solo de los partidos. Y eso tiene que ser liderado por los partidos políticos, con responsabilidad, con apertura, con innovación", enfatizó.

A lo largo de cuatro jornadas de intenso debate, Lazo confesó que se lleva impreso un proverbio chino que escuchó en las conferencias: "Para hacer una montaña no se puede despreciar ni una roca y para hacer un océano no se puede despreciar ni una gota de agua".

"Ese concepto lo adopto, lo quiero llevar, tiene que ver con que nos necesitamos todos en la humanidad y cada acción que tomamos debe ir en el mismo sentido de avanzar hacia el bienestar del pueblo. Acciones que tiendan a favorecer a uno y a perjudicar a otro no le hacen bien a ninguno", apostilló.

Tras opinar que este tipo de diálogos deberían continuar porque "nos hacen ver otras realidades, visualizar algunas problemáticas comunes y pensar en soluciones conjuntas", recordó que este fin de semana en Uruguay se celebraron dos eventos muy importantes: la XI Cumbre Empresarial China-LAC (Latinoamérica y el Caribe) y la apertura del primer Instituto Confucio en su país.

"Para conocer el pensamiento de una nación es necesario conocerla, y el Confucio en Uruguay y en el mundo cumple ese rol de que aprendamos a conocer las raíces de una nación que tiene una historia tan rica como esta", concluyó.