Por Juan Limachi
LIMA, 19 dic (Xinhua) -- La Navidad en Perú es una mezcla de tradiciones de la cultura milenaria del país con los rituales cristianos, y prueba de ello es la lectura de la hoja de coca que los peruanos hacen al final de la cena para saber lo que les depara el futuro.
Los elementos culturales prehispánicos, de origen inca, conviven en medio del jolgorio de villancicos, el destello de las luces intermitentes y coloridas guirnaldas navideñas orientales, que adornan las calles de la ciudad de Lima, con 8,4 millones de habitantes.
En los grandes centros comerciales se aprecia esta fusión de culturas con los tradicionales nacimientos, donde el niño Jesús y su familia son representados en colores y ropajes tradicionales, como el andino, con personajes indígenas.
La presencia andina no sólo se expresa en la decoración, que sobresale con mantas multicolores con dibujos geométricos, llamas y vicuñas, en reemplazo del tradicional camello oriental, sino también en los rituales que acompañan esta fiesta.
César Guevara, originario de la región surandina de Ayacucho, vive en la capital peruana desde hace más de 20 años con su familia, compuesta de cinco hijos, su esposa, su suegra y su mamá.
"Después de las 12:00 de la noche del 24 de diciembre, después de tomar el tradicional chocolate caliente y hacer el respectivo brindis, nos sentamos todos alrededor de la mesa y leemos las hojas de coca para avizorar el futuro que nos traerá el año nuevo", explicó a Xinhua.
Guevara vive en el distrito de Villa María, donde construye su casa, poco a poco, ladrillo a ladrillo, como hacen miles de peruanos de escasos recursos, pero pese a su pobreza, en la Navidad se llenan del espíritu festivo.
"Como hacían nuestros antepasados, nuestros abuelos, todos los años, realizamos este ritual ancestral de la hoja de coca para conocer cómo será nuestras vidas en el trabajo, en los estudios, los negocios, el amor y la salud en los próximos meses", explicó el hombre de 45 años de edad.
En la época de los incas, todos los años, los 23 de diciembre, día de solsticio de verano austral, se celebraba la fiesta del "Cápac Raymi" o fiesta del nacimiento del Sol, porque en esta fecha el Sol moría y renacía inmediatamente.
Ahora, sus descendientes han fusionado las fiestas cristianas con las fiestas antiguas en un armónico sincretismo de ambas culturas, lo cual se pude apreciar en las reuniones que los peruanos celebran todos los años.
Los antiguos pobladores de estas tierras preparaban platos como la "pachamanca" (cocina bajo tierra), "cuy" frito (un roedor domesticado), papa sancochada acompañada de carne seca y sopa de mote y la chicha de jora (bebida fermentada de maíz), alimenos que en la actualidad se preparan en Navidad.
La señora Rosa Castro, residente de la zona de Villa el Salvador, en la periferia sur de la capital peruana, también resaltó estas tradiciones milenarias que tienen los peruanos arraigadas y que transmiten de generación en generación.
"Cocinamos nuestras comidas ancestrales, la papa sancochada, acompañada del cuy frito, que es muy apreciado por los peruanos y forma parte de nuestra cultura", expresó.
En las inmediaciones del mercado de ropa Gamarra, en la zona céntrica del distrito de La Victoria, los visitantes se encontrarán con un cuadro pintoresco del Perú profundo que se expresa en sus vendedores ambulantes que ofrecen ropa, adornos, frutas picadas y refrescos.
En los alrededores de este emporio comercial, en la céntrica Avenida Aviación, existe una sección de vendedoras de hierbas medicinales, granos andinos como la quinua, kiwicha (amaranto), maíz y maca, que son la delicia y sorpresa de los visitantes extranjeros por su aspecto multicolor.
Pese a los vaivenes de la economía y la política, los peruanos se toman muy en serio sus fechas festivas y a pocos días de la Navidad, miles de compradores adquieren los insumos necesarios para la cena y la fiesta familiar.
Entre las compras tradicionales se encuentran los juguetes para los niños, ropa, "panetón" (pan dulce), chocolates, adornos andinos y occidentales para llevar un poco de alegría a sus hogares, lo cual se complementa con los fuegos artificiales o pirotécnicos.
Los peruanos, como todos los años, también adquirirán un pequeño paquete de hoja de coca en las inmediaciones del mercado de Gamarra, para leer el destino en la intimidad de sus hogares, después de la cena navideña, con la finalidad de conocer lo que les depara el futuro, hasta la Navidad de 2018.