ZHENGZHOU, 27 ene (Xinhua) -- El amor total de sus padres, del que Si Xiaoxue disfrutó en su infancia, simplemente se exacerbó cuando su padre fue diagnosticado con cáncer.
La generación de un solo hijo de China no cuenta con hermanos para buscar ayuda.
Si tuvo que pedir licencias para ausentarse en su trabajo. Cuando las licencias dejaron de ser opción, ella tenía que trabajar todo el día y cuidar a su padre por la noche.
"Es un problema real", dijo Si de 34 años de edad. "A veces sólo quiero renunciar a mi empleo, pero ahora necesito el dinero más que nunca".
Si paga cuentas médicas por más de 10.000 yuanes (1.500 dólares) cada mes.
TIEMPO DE CUIDAR
Durante miles de años, los chinos han dependido de sus hijos para que los cuiden en su vejez. Sin embrago, los chinos habían tenido tradicionalmente muchos hijos. Para la generación de un sólo hijo como Si, la carga emocional, física y financiera que se espera asuma es una muy extenuante.
Para aliviar esa carga, la ley en algunas partes del país permite ahora a los empleados tomar tiempo libre, con salario completo, para que cuiden a sus padres enfermos.
En la provincia de Hunan, centro de China, un hijo único tiene permitido tomar hasta 20 días libres al año si sus padres tienen más de 60 años y están en el hospital. Reglas similares aplican en la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, sur de China, donde se les permite tomar 15 días libres. Los salarios, subvenciones y bonos no pueden ser reducidos durante esos días. El modelo está siendo repetido en Chongqing, Fujian, Guangdong, Hainan, Heilongjiang, Henan y Hubei.
Después de más de 30 años de la política de un solo hijo, la atención para los ancianos se ha vuelto un tema muy difícil para las familias de forma individual y un problema social que el gobierno debe abordar.
A fines de 2016 había alrededor de 230 millones de personas de 60 años o más en China, cerca del 17 por ciento de la población. Más de la mitad de ellos sufrían el síndrome del "nido vacío" que vive separado de sus hijos.
SEIS BASTONES
Cuando estaba en vigor la política de un sólo hijo, el síndrome de "seis bolsillos" estaba bien documentado. Cada hijo por lo general tenía dos padres y cuatro abuelos, quienes metían sus manos en sus bolsillos para alimentar, vestir y, a menudo, consentir al niño.
En la actualidad la pirámide se ha invertido y un hijo único puede tener seis parientes ancianos a quienes cuidar, el síndrome de "los seis bastones".
"La carga del cuidado de los ancianos en una familia de un sólo hijo se ha convertido en un problema social propagado y grave en China", dijo Li Zhiqiang, un experto legal de la Universidad de Lanzhou. "La legislación que les permite tomar tiempo libre del trabajo es sólo una manera en que el gobierno puede apoyarlos".
No obstante, la idea de las licencias pagadas para cuidar a los ancianos ha provocado un acalorado debate con una acción más concreta necesaria para evitar que las licencias se vuelvan sólo un término sobre papel. Los chinos a menudo son muy renuentes a ocupar las licencias y los patrones son igual de renuentes para otorgarlas.
Wang Di, un demógrafo asentado en Hangzhou, dice que muchos detalles de la ley necesitan más discusión, como sobre cómo garantizar que todos los hijos únicos de China disfruten de licencias especiales y cómo garantizar que la licencias sean realmente utilizadas para cuidar de los parientes ancianos. También hay asuntos de los abuelos que hay que tomar en cuenta.
"La responsabilidad de la implementación de la licencia para cuidar ancianos recae en los patrones", dijo Si. "La licencia necesita estar incorporada en la Ley del Trabajo con un apoyo político efectivo".
COMPARTIR LA CARGA
"Depender sólo de la licencia para cuidar ancianos no es suficiente", dijo Li. Sólo un sistema de bienestar social integral puede desarrollar más y mejores maneras para cuidar a los ancianos y atención institucional y basada en la comunidad, además de servicios a domicilio.
Su visión tiene eco en Si, cuyo padre ha estado postrado en cama durante años. "La carga es como una montaña enorme sobre mi espalda, pero una que jamás soltaré".