BEIJING, 27 ene (Xinhua) -- "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos".
Con esta frase de la novela "Historia de dos ciudades" del escritor inglés Charles Dickens, el presidente chino, Xi Jinping, describió el año pasado en su discurso en la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos los retos y oportunidades que el mundo tenía ante sí.
Con la defensa por parte del presidente Donald Trump de su estrategia "Estados Unidos primero" en la edición de este año, que se clausuró el viernes, la situacion mundial se ha complicado y la tarea de "crear un futuro compartido" en este "mundo fracturado" se ha vuelto más acuciante.
La globalización económica ha ido perdiendo impulso en todo el orbe, mientras que el proteccionismo y el populismo están en auge. Los ataques de los "lobos solitarios" son la nueva cara del terrorismo. El cambio climático se ha agravado y el año pasado fue el segundo más cálido del que se tienen datos.
En un momento difícil como este, los líderes de las principales potencias mundiales no solo son responsables de mejorar el desarrollo nacional, sino también de construir un mundo mejor para la humanidad.
En Davos, Trump insinuó que su país debe estar por delante de los demás. Visualizó un "mundo mejor" con Estados Unidos en el centro y donde los beneficios manarían de Washington al resto del mundo.
En su opinión, el comercio justo se antepone al libre comercio, y es la Casa Blanca quien tiene la potestad de decir qué tratados comerciales son justos y cuáles no.
Sin embargo, uno de los hechos que caracterizan al mundo de hoy, cada día más interconectado, es que el bienestar de una nación depende del de las otras.
Así pues, caminar solo o hacerlo juntos es la disyuntiva fundamental que los principales actores del mundo deben responder.
Beijing cree que construir una comunidad con un destino compartido beneficia tanto sus intereses como los de los demás. Por lo tanto, la globalización económica debe ser remodelada y no revertida, y el proteccionismo debe ser repudiado y no reverenciado.
El presidente chino ha diagnosticado con una gran percepción que muchos conflictos y crisis acutales son síntomas de la pobreza y del escaso avance social. Por este motivo China ha alentado al mundo a promover un desarrollo en beneficio recíproco a través de la iniciativa de la Franja y la Ruta.
La idea de Xi ha sido refrendada este año en Davos por muchos líderes mundiales de naciones desarrolladas y en desarrollo.
La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió de los efectos perjudiciales del aislacionismo y abogó por cooperar y rechazar el proteccionismo, mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro indio, Narendra Modi, defendieron con firmeza la globalización,
Con un amplio consenso sobre la necesidad de estar unidos para lograr el bien común, todas las naciones podrán, como djo Xi en Davos el año pasado, "crear un mundo mejor y dar una vida mejor a sus pueblos" mientras "trabajan codo con codo para cumplir sus responsabilidades y superar las dificultades".