RIO DE JANEIRO, 1 feb (Xinhua) -- El 53 por ciento de la población brasileña considera que el expresidente del país Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien la semana pasada fue condenado en segunda instancia a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, debe entrar en prisión, aunque un 56 por ciento cree que finalmente no entrará en la cárcel.
Los datos, divulgados hoy por el Instituto Datafolha, muestran además que para el 43 por ciento de los brasileños Lula no podrá presentarse a las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre, en las que lidera todos los sondeos. Otro 32 por ciento asegura que sí se presentará a los comicios.
Lula fue condenado la semana pasada acusado de haber recibido supuestamente un apartamento en el litoral del estado de Sao Paulo (sureste) a manos de la constructora OAS a cambio de favorecerla desde su puesto de poder. El líder de la izquierda brasileña niega las acusaciones, pero podría quedar inhabilitado en los próximos meses una vez agote todos los recursos ante la justicia.
Para el 51 por ciento de los entrevistados, Lula no debería poder presentarse a las elecciones, aunque lidera todos los sondeos electorales.
El 50 por ciento de los entrevistados considera que la condena en segunda instancia contra Lula es justa, mientras que un 43 por ciento la ve injusta. Para el 54 por ciento, Lula sabía de la trama de corruptelas en su gobierno y no hizo nada para evitarla; para el 29 por ciento sabía de la corrupción pero no tenía como evitarla y para el 13 por ciento el expresidente no conocía los desvíos que se producían durante su mandato.
El 37 por ciento de los entrevistados cree que Lula, quien ha manifestado en varias ocasiones que es víctima de una persecución política, está siendo tratado igual que el resto de políticos por la Justicia, mientras que el 35 por ciento considera que este recibe un trato peor y el 22 por ciento opina que el trato recibido por el expresidente es mejor que el de otros políticos.
Según otra encuesta divulgada ayer por Datafolha, la condena de Lula por corrupción y lavado de dinero no modificó el porcentaje de la población que votaría por el petista. El expresidente cuenta con hasta un 37 por ciento de la preferencia de los electores, la misma cantidad obtenida en noviembre y que lo sitúa en primera posición, con más del doble que su principal rival, el ultraderechista Jair Bolsonaro.