GINEBRA, 13 feb (Xinhua) -- Cerca de 10.078 personas se unieron en el 2017 a la organización suiza de eutanasia Exit, anunció hoy el grupo en un boletín de prensa.
El número real de suicidios asistidos de hecho registró una ligera baja y la edad promedio de los miembros de Exit subió.
Para fines de diciembre de 2017, Exit informó que tenía 110.391 miembros en la zona de Suiza de habla alemana y en Ticino, la zona de habla italiana, se indicó en las cifras del boletín de prensa.
El año pasado, 734 personas pusieron fin a su vida usando los servicios de Exit, en comparación con las 723 del año anterior.
La ley suiza tolera el suicidio asistido cuando los pacientes cometen el acto por ellos mismos y los ayudantes no tienen ningún interés particular en su muerte. El suicidio asistido se ha permitido desde los años cuarenta, informó en 2012 Swissinfo, la radiodifusora nacional.
El número de solicitudes de las personas que piensan en el suicidio asistido fue de cerca de 3.500.
Exit consideró 1.031 de estas solicitudes, en comparación con las 991 de 2016.
En el 2017, el número de personas que decidieron "poner fin a su sufrimiento con la ayuda de Exit" fue de 734, indicó la organización.
Aunque los hombres en general tienen muchas más probabilidades de suicidarse, la mayoría de las personas que utilizan el suicidio asistido de la organización son mujeres (60 por ciento), señaló Exit.
Las posibles razones de esta gran demanda de suicidio asistido incluyen el aumento constante de los miembros, pero también una sociedad cada vez más anciana.
El año pasado, la edad promedio de las personas que utilizaron los servicios de Exit subió de 76,7 a 78,1 años.
Al igual que en años anteriores, las afecciones más comunes que llevan a las personas a solicitar la ayuda de Exit son el cáncer terminal, enfermedades múltiples relacionadas con la edad y el dolor crónico.
La mayoría de los pacientes de Exit provienen de la zona de Zurich, seguidos por los cantones de Berna, Aargau, St.Gallen, la ciudad de Basilea y la zona rural de Basilea.
Los suicidios asistidos representan cerca de 1,5 por ciento de todas las 66.000 muertes al año de Suiza, indicó Exit.
Normalmente, la muerte es inducida con una dosis letal de barbitúricos recetados por un médico. La administración del medicamento, ya sea bebido, por vía intravenosa o por medio de sondas al estómago, corresponde a la persona que desea morir.
En el 2006, un tribunal federal suizo determinó que todas las personas en pleno uso de sus facultades mentales, sin importar si padecen o no de alguna enfermedad mental, tienen derecho a decidir la manera en que morirán, informó Swissinfo en 2012.
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