MILAN, 21 feb (Xinhua) -- La migración no puede detenerse, pero puede manejarse para beneficio de Italia y toda Europa, indicó hoy en Milán el primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni.
En el Instituto de Estudios de Política Internacional de Italia, el primer ministro de centro-izquierda revisó la política exterior del gobierno en 2017.
"Todos están en libertad de decir lo que deseen durante una campaña electoral, pero prometer que eliminarán la migración es muy poco probable", dijo Gentiloni en referencia a las promesas antimigratorias hechas por los partidos de derecha antes de la elección nacional del 4 de marzo.
"El desafío no es prometer la eliminación de estos flujos migratorios", sino derrotar a las redes de traficantes de migrantes para que haya "flujos seguros, manejables y compatibles que sean útiles para nuestras economías y sociedades", dijo Gentiloni. "Italia y Europa necesitan flujos organizados y seguros".
No puede haber contradicción entre el orgullo de una cultura e identidad nacionales y la implementación de políticas de apertura e intercambio a nivel internacional, dijo el primer ministro. Italia "nunca podrá ser un país de cierre o agresión hacia sus vecinos".
"Como estamos entusiasmados sobre nuestra identidad y raíces nacionales, deseamos proyectarlos en un mundo de libre comercio, diálogo, paz y estabilidad internacional", añadió Gentiloni.
Como ejemplo de la vocación italiana por el diálogo y mediación internacionales, Gentiloni señaló el acuerdo de enero de 2017 con las autoridades libias que condujo a "un desplome de la llegada de migrantes" en la ruta del Mediterráneo central.
Además, gracias al acuerdo libio-italiano, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) tuvo acceso a los campamentos de detención de migrantes en Libia y las repatriaciones voluntarias aumentaron de 1.300 en 2016 a más de 20.000 el año pasado, dijo Gentiloni.