Nuevas medidas buscan regular las clases extracurriculares (2)

Pueblo en Línea  2018:03:22.16:07

Niñas estudian en una clase extracurricular en Jinghe, Región Autónoma de Xinjiang Uygur. (Foto: Kurbanjon Memut)

Agenda apretada

Youyou (seudónimo), es una niña de 7 años en Beijing. Durante las vacaciones de invierno asistió a seis cursos extracurriculares. Desde el comienzo del nuevo semestre, la pequeña que cursa primer grado ha continuado con su apretada agenda.

Después de la escuela y durante los fines de semana, ella asiste a clases extracurriculares de inglés, matemáticas, baile, piano, dibujo y gimnasia.

"Sé que mi hija está bajo mucha presión, pero no sé qué hacer. Ofertan demasiadas clases después de la escuela y todo el mundo las contrata ", explica Wang Lijuan, madre de Youyou, y añade que la promoción de oferta de clases adicionales puede verse por todas partes: en el metro, en las paradas de autobús y hasta en los ascensores.

"No puedo ayudar, pero creo que le estaría fallando a mi hija si no la envío a esas clases", admite Wang.

Aunque Youyou apenas acaba de empezar la escuela primaria, su madre no quiere que se quede rezagada, que se burlen de ella o pierda interés en los estudios.

Las clases extracurriculares no son baratas. Normalmente, una hora cuesta alrededor de 200 renminbi. Sin embargo, el sistema “VIP” (un profesor-un alumno) de alta demanda como las clases de piano o de ballet de una hora pueden llegar a costar hasta 1.000 renminbi.

Wang estima que ellos invierten más de 100.000 renminbi al año en las clases extracurriculares de su hija. Este desembolso comenzó hace tres años cuando la niña asistió por primera vez al jardín de la infancia.

"Mi esposo y yo no somos ricos, pero no escatimaremos esfuerzo o ahorro alguno en la educación de nuestros niños", asegura Wang.

Aunque se mantiene el acalorado debate sobre el efecto de las clases extracurriculares, no hay duda de que su creciente popularidad ofrece grandes ingresos a sus organizadores.

Por ejemplo, en los primeros nueve meses del año pasado, las ganancias aumentaron casi en un 55 por ciento interanual, es decir 140 millones de dólares.

El aumento se debe a que el número de estudiantes que asisten a este tipo de clases se elevó en cerca de 5 millones de chicos, un aumento de más de un 86 por ciento con respecto al mismo periodo del 2016, de acuerdo al Southern Weekly.