Por Edgardo Loguercio
BRASILIA, 3 abr (Xinhua) -- Las sobretasas al acero y el aluminio y otras medidas proteccionistas anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pueden tener un efecto negativo para la economía estadounidense, alertó el economista brasileño César Bergo.
La postura del gobierno estadounidense puede ser "un tiro en el propio pie", dijo en entrevista con Xinhua el economista del Consejo Federal de Economía y profesor de la Universidad de Brasilia.
Trump anunció el mes pasado aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de diversos países.
Aunque luego estableció exenciones para algunos socios comerciales como México y Canadá, las medidas levantaron una ola de preocupación alrededor del mundo, por el riesgo de que resulten en una reducción del comercio internacional y por consecuencia al crecimiento económico global.
"Lo que va a ocurrir es que esas medidas van a encarecer el costo de los productos en el mercado americano; entonces creo que eso parte de una estrategia electoral que Trump adoptó y está tratando de implementar de alguna forma", explicó Bergo.
"Pero esa política es muy peligrosa para los propios americanos, porque acaba rompiendo lo que es más importante en la relación comercial, que es la confianza", subrayó.
Según el especialista en Administración Estratégica, algunas sólidas relaciones que Estados Unidos mantiene con otros países serán afectadas por esa actitud.
"Con la globalización, eso coloca a Estados Unidos al margen. No sólo en la cuestión comercial, sino que también tomó esa actitud en la cuestión del clima. Entonces veo que esa política internacional está aislando a los Estados Unidos, con actitudes que son bastante peligrosas", apuntó.
De todos modos, resaltó Bergo, aún está por verse en qué medida los anuncios de Trump serán llevados a la práctica, porque van a contramano de las tradiciones de su país.
"No sé si esa actitud es una referencia de la propia sociedad americana, me parece una cosa un poco aislada. De hecho, el presidente Trump asume la posición de tomar medidas extremas, pero en vez de adoptarlas después retrocede", dijo.
Estados Unidos, bajo el gobierno del presidente Barack Obama, trabajó en la apertura y fortalecimiento de algunas asociaciones; sin embargo, la administración Trump "asume una postura un poco errática. Creo que el tiempo va a mostrar que no está yendo en el camino correcto y va a tener que volver atrás en algunas situaciones", agregó.
Desde el punto de vista práctico, señaló el economista, las medidas provocan una cierta desconfianza por parte de los socios comerciales y, por otro lado, promueve la formación de bloques para que las decisiones sean discutidas y de alguna forma revisadas.
"Hemos visto recientemente que Estados Unidos adoptó una práctica agresiva y después fue refluyendo, sobre todo con aquellos socios como Canadá y México, los más próximos, y abriendo discusiones con los países europeos. Creo que él crea una situación que no va a tener condiciones de mantener en función de la presión internacional", consideró.
Para el economista, los países afectados deberán ser firmes frente a la posición estadounidense, al evitar la reacción de algunos que aceptan esa postura, "lo que acaba perjudicando al mercado internacional en su conjunto".
"La tendencia es que, si Estados Unidos mantiene ese conservadurismo con relación a importación, eso va a reducir el volumen de comercio y todo el mundo sale perdiendo", señaló.
Estados Unidos sufrirá el costo de esas medidas en el mercado interno, con el encarecimiento de productos y reflejos en la inflación, por lo que la cuestión comercial puede afectar también la política monetaria, comentó.
Desde el punto de vista interno, esas sobretasas deben encarecer toda la cadena productiva de automóviles, y de electrodomésticos de la línea blanca, agregó.
"Creo que esas medidas estaban siendo gestadas desde la asunción de Trump, y ahora está lanzando algunos globos de ensayo. El mundo no puede caer en ese discurso y tiene que cuestionar", agregó.