Por Noemí Galbán y Raimundo Urrechaga
LA HABANA, 18 abr (Xinhua) -- En Cuba ya está en marcha el tránsito hacia el relevo generacional de su dirigencia política, al quedar constituida la IX Legislatura de la Asamblea Nacional, cuyos diputados serán los encargados de elegir al próximo presidente de la isla.
Mientras sesiona el parlamento en el Palacio de Convenciones de La Habana, el pueblo sigue atento el curso de los acontecimientos a través de medios, en especial mediante transmisiones televisivas y radiales que actualizan con regularidad lo que allí sucede.
Dentro y fuera de Cuba todos están pendientes y esperan conocer en algunos casos y confirmar en otros, el nombre del sucesor de Raúl Castro.
El nuevo líder tiene por delante el desafío de preservar el modelo socialista cubano y, al mismo tiempo, perfeccionar la eficiencia, la sostenibilidad y la perdurabilidad de ese proyecto, mientras avanza la actualización del sistema socio-económico con sus respectivas reformas, ajustes y aperturas, coincidieron cubanos.
"Estamos viviendo un momento histórico de gran significación para los cubanos, porque es la despedida de la presidencia de uno de nuestros máximos dirigentes, pero llegó la hora de darle paso a una generación que nació y se formó con los principios de esos mismo líderes", dijo el trabajador estatal Guillermo Pedroso.
En conversación con Xinhua, Pedroso consideró que este paso forma parte de un proceso "sólidamente construido" desde el triunfo de la Revolución Cubana, cuya continuidad y progreso se va a confirmar con el nuevo gobierno.
Por su parte, el pensionado residente en el capitalino barrio del Vedado, Alcides Risco, manifestó que esta transición es lógica.
"La vida evoluciona y llegó el momento de entregarle las riendas del país a quienes nos suceden. Pienso que cualquiera de esa generación sería provechosa para Cuba", comentó Risco.
Este miércoles fue nominado el actual primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel como presidente del Consejo de Estado de Cuba. La votación se llevará a cabo durante el día y los resultados se darán a conocer mañana jueves en sesión del Parlamento.
"Creo que si resulta electo va a ser un excelente presidente. No importa que no sea de la generación histórica, porque en la práctica conserva los mismos principios de quienes lucharon por Cuba, y aunque no haya peleado por la Revolución, puede igual luchar por mantenerla", destacó la estudiante universitaria, María Karla Navarro.
La estudiante subrayó a Xinhua que admira el modo en que Díaz-Canel interactúa con los jóvenes y cómo valora todo el esfuerzo que realiza para que la sociedad avance.
Esta cercanía le ha garantizado el apoyo y simpatía de la juventud, que se identifica con el dirigente de 57 años y ve en él un aspirante capaz de hacer más rápido y expedito el proceso de implementación de las reformas económicas, políticas y sociales requeridas.
En tanto, el joven Edwin Cruz, quien en unos años va a graduarse de ingeniero eléctrico, igual que Díaz-Canel, comentó algunas de las cosas que le gustaría cambiaran.
"Es no sólo tener garantizado un puesto de trabajo, como lo tengo, sino que el salario que allí me van a pagar esté más acorde a la realidad del país", expuso Cruz.
El joven cubano opinó que ésta es una deuda pendiente de hace muchos años que resulta imperiosa saldar.
A su parecer, cada año son más las necesidades individuales y familiares, por lo que menos estudiantes de bachillerato están interesados en cursar una carrera universitaria que le demande cinco años más de dependencia económica, para luego no percibir la retribución merecida.
Cruz advirtió que ese asunto atenta incluso contra la permanencia en la isla de profesionales capaces y jóvenes que emigran a otros países por la única razón de mejorar económicamente y ayudar a sus familiares más cercanos.
A su vez, la trabajadora estatal capitalina, Lourdes Gómez, celebró que el futuro mandatario será probablemente contemporáneo con su generación.
Llega con la experiencia acumulada por los líderes históricos Fidel y Raúl Castro, así como con la impronta de quien tiene la responsabilidad de perfeccionar el sistema socio-económico cubano, dijo.
"Pienso que se deberían realizar cuanto antes todos los cambios económicos que sean beneficiosos para el país", agregó Gómez a Xinhua.
Indicó que "entre los primeros (cambios), para mí está el tema de la dualidad monetaria y los precios a fijar, al eliminar el peso convertible, que deberían ser congruente con el poder adquisitivo del ciudadano promedio".
Desde una mirada más filosófica, Néstor Valdés, un pensionado habanero, valoró que la elección de un nuevo presidente es un voto de confianza a las nuevas generaciones que demostrará la existencia en Cuba de un liderazgo "fuerte y competente".
"Con convicciones y valores con los que la mayoría de nuestro pueblo se formó, capaz de aglutinar a las masas y llevar adelante al país con su talento y preparación, para que nuestro sistema socialista perdure por muchos años", dijo.
"Uno de los grandes retos para mí, es rescatar la conciencia y los valores en nuestra sociedad y fomentar la unidad para, con nuestro sacrificio y virtudes, desarrollar en conjunto la isla", agregó Valdés.
En el Palacio de Convenciones de La Habana sesiona mientras tanto la Asamblea Nacional en su IX Legislatura, órgano encargado de elegir al nuevo mandatario cubano.
Dicha instancia legislativa ratificó más temprano como presidente del parlamento a Esteban Lazo, uno de los dirigentes más experimentados de la Revolución Cubana, manteniéndose igualmente en sus cargos la actual vicepresidenta y secretaria.