RAMALA, 4 may (Xinhua) -- Decenas de ciclistas palestinos se acercaron hoy en bicicleta al puesto de control militar israelí de Qalandia al norte de Jerusalén para protestar por la competencia ciclista del Giro d'Italia que comenzó hoy en Jerusalén.
Los palestinos se mantuvieron en el lugar e izaron una bandera palestina para transmitir el mensaje de que la realización de este evento internacional en Jerusalén Oriental "hace caso omiso de los derechos palestinos y encubre los crímenes (de Israel) contra los palestinos", indicaron los participantes.
Malak Hasan, uno de los ciclistas que organizaron el evento de protesta, dijo que los grupos viajaron cinco kilómetros en bicicleta hasta Qalandia, sitio aislado por el muro de separación en el que las autoridades israelíes han realizado muchas demoliciones de casas.
Israel se apoderó de Cisjordania durante la guerra de 1967 y más tarde se anexó Jerusalén Oriental, una medida nunca reconocida por la comunidad internacional.
Los palestinos exigen el establecimiento de su propio Estado independiente con Jerusalén Oriental como capital sobre la base de las fronteras de 1967.
El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino criticó el jueves la organización del evento deportivo en Jerusalén Oriental y dijo que es "una violación al derecho internacional".
El ministerio agregó que ve "con la máxima inquietud la flagrante explotación israelí de la competencia con el fin de promover su narrativa colonial sobre la ciudad santa y los territorios palestinos ocupados".
También advirtió que mantendrá "su derecho a acusar legalmente" a quienes estén detrás de esto por "afirmar que la carrera no cruzaría territorio ocupado".
Esta es la primera ocasión en la que el Giro d'Italia se realiza fuera de Europa desde su lanzamiento en 1909. Es una de las competencias ciclistas de más prestigio del mundo y este año participan 176 ciclistas de 22 equipos.
Este año, las primeras tres etapas de la competencia de 21 días se llevarán a cabo en Israel y su etapa final será en Roma.
La campaña internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones señaló en una declaración previa que realizar esta competencia en Jerusalén Oriental es considerado como "una colusión con el intento del gobierno israelí de derecha de consolidar su ilegal control sobre la ciudad".
La declaración señala que la protesta forma parte de las actividades de la semana contra el apartheid que busca destacar la identidad palestina y árabe de Jerusalén en vista del silencio de la unión internacional de ciclistas.
También señaló que Israel pagó alrededor de 10 millones de euros (11,9 millones de dólares) por la organización del evento y acusó a Israel de tratar de ocultar "su ocupación militar y su sistema de apartheid de las últimas décadas".
Los organizadores del Giro d'Italia 2018 mencionaron en su sitio en la red que la competencia iniciaría en Jerusalén, pero sin especificar que el punto de partida es un lugar de Jerusalén Oriental.
El vicegobernador palestino Abdallah Siam dijo que el hecho de que los organizadores no mencionaran que la carrera comienza de hecho en Jerusalén Oriental es considerado como un acto de "consentimiento a la ilegal anexión israelí de Jerusalén Oriental".
En entrevista con Xinhua, Siam dijo que la competencia es de naturaleza política y criticó la participación del equipo de Bahréin.
Issam Baker, miembro del Consejo Nacional Palestino, dijo a Xinhua que la realización de la competencia en Jerusalén Oriental "representa la negación del estatus de Jerusalén como ciudad ocupada y capital de un futuro Estado palestino".
Los organizadores de la protesta de ciclistas palestinos señalaron que "el Giro d'Italia perdió el valor de la solidaridad entre pueblos y arriesga su reputación deportiva al convertirse en simpatizante de la opresión de los pueblos y de la colonización y la ocupación a cambio de ayuda financiera".