WASHINGTON, 7 may (Xinhua) -- Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia desarrollaron un sistema sensor inalámbrico flexible y estirable diseñado para usarse con comodidad en la boca para medir la cantidad de sal que una persona consume.
En un estudio publicado hoy en Proceedings of the National Academy of Sciences se informó que el sensor se basa en una membrana elastomérica ultradelgada y respirable.
El sensor se integra con un sistema electrónico flexible en miniatura que utiliza tecnología Bluetooth para informar de manera inalámbrica a un teléfono inteligente o una tablet sobre el consumo de sodio de una persona.
"Sin causar molestias y de manera inalámbrica podemos medir la cantidad de sodio que una persona consume a través del tiempo", dijo Yeo Woon-Hong, profesor asistente de la Escuela Woodruff de Ingeniería Mecánica del Instituto de Tecnología de Georgia.
"Al monitorear el sodio en tiempo real, el dispositivo podría ayudar un día a las personas que necesitan restringir su consumo de sodio a aprender a modificar sus hábitos alimenticios y su dieta", dijo Yeo.
Para quienes tienen hipertensión y algunas otras afecciones, consumir demasiada sal eleva la presión arterial y aumenta la posibilidad de tener complicaciones cardiacas, indicaron los investigadores.
El dispositivo ha sido probado en tres participantes adultos en el estudio que usaron el sistema sensor durante cerca de una semana y consumieron alimentos sólidos y líquidos, incluyendo jugo de vegetales, sopa de pollo y papas fritas.
Un elemento clave del desarrollo del sensor fue reemplazar la tradicional electrónica plástica y basada en metales con componentes biocompatibles y ultradelgados conectados con circuitos entramados, dijo el equipo de Yeo.
Los sensores de sodio se encuentran disponibles a nivel comercial, pero Yeo y sus colaboradores desarrollaron una versión flexible de micromembrana para integrarla al circuito híbrido miniatura.
El dispositivo puede monitorear el consumo de sodio en tiempo real y registrar las cantidades diarias.
"El sensor es cómodo y los datos derivados de él pueden transmitirse al teléfono inteligente o a la tablet", dijo Yeo.
Los investigadores ahora están trabajando para reducir aún más el tamaño del sistema que actualmente se parece a los frenos dentales para hacerlo del tamaño de un diente.
Además, los investigadores desean eliminar la pequeña batería que debe ser recargada a diario para el funcionamiento del sensor.
Una opción podría ser alimentar el dispositivo de forma inductiva, lo cual reemplazaría la batería y el complejo circuito con una bobina que podría obtener energía de un transmisor fuera de la boca.