BEIRUT, 26 may (Xinhua) -- El ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, Gebran Bassil, envió hoy cartas a su homólogo sirio y al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para expresar la preocupación de Líbano por las posibles repercusiones negativas de la Ley 10 de Siria.
La Ley 10, emitida el mes pasado, pide a los sirios registrar sus propiedades privadas en un plazo de 30 días, o de lo contrario el Estado las decomisará. Los propietarios tienen que proporcionar documentos para probar su propiedad antes del plazo.
Bassil señaló que aunque la ley podría alentar a los sirios desplazados a regresar a sus hogares, el plazo tan breve podría causar problemas, según la Agencia Nacional de Noticias de Líbano NNA.
Bassil escribió a su homólogo sirio, Walid al-Moualem, diciéndole que "la incapacidad de los sirios desplazados para probar su calidad de propietarios en el período establecido podría hacerles perder sus propiedades y tener la sensación de la pérdida de su identidad nacional, lo cual los privaría de uno de los principales incentivos para regresar a Siria".
En su carta al secretario general de la ONU, António Guterres, Bassil pidió a la ONU tomar todas "las medidas necesarias para proteger los derechos de los sirios desplazados y preservar sus propiedades, a la vez que informa a todos los sirios que viven en el país sobre esta ley".
En ambas cartas, Bassil declaró que el gobierno libanés adoptará una política de medidas prácticas para ayudar a quienes quieran regresar a Siria.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) señaló que Líbano alberga a más de un millón de sirios que huyeron de su país en guerra desde que inició la rebelión contra el presidente Bashar al-Assad en 2011, aunque muchos consideran que la cifra real es mucho mayor.