LA HABANA, 2 jun (Xinhua) -- El primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), el ex presidente Raúl Castro, recibió este sábado un mandato parlamentario para encabezar un proceso de una nueva Constitución para la isla.
Castro, que mañana domingo cumple 87 años, estará al frente de una comisión temporal de 33 miembros encargada de elaborar un anteproyecto de la nueva Carta magna que después de ser aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral), debe ser sometida a referendo popular.
El presidente Miguel Díaz Canel, quien funge como vicepresidente de esa comisión, presentó la lista al plenario del parlamento, que la aprobó de manera unánime en una sesión extraordinaria.
"Se da inicio a un proceso de especial transcendencia para el país y todos debemos estar consciente del deber y la responsabilidad ciudadana que ello exige" , afirmó Díaz Canel, tras anunciar la conformación del grupo, en el que hay desde políticos e intelectuales hasta jóvenes estudiantes.
Además incluyen representantes de la Central de Trabajadores de Cuba, la Federación de Mujeres, la Unión de Escritores y Artistas, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y funcionarios de alto rango.
El mandatario cubano aseguró que el nuevo texto constitucional debe reflejar "la perdurabilidad de una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible, a la vez más inclusiva, donde se fortalezca la institucionalidad del Estado revolucionario" .
Adelantó que se mantendrán como "pilares inconmovibles la irrevocabilidad del sistema socialista" , y "el papel del Partido Comunista de Cuba como vanguardia organizada y fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado" .
Al iniciarse un receso de la sesión parlamentaria, Castro, vestido con su habitual uniforme verde olivo y desde su escaño de diputado, pidió a los miembros del grupo mantenerse en el salón para comenzar a trabajar de inmediato.
Castro se refirió por primera vez la necesidad de renovar la Constitución en 2011, cuando ya estaba en marcha el proceso de reformas denominado en la isla como "Actualización del modelo económico" .
Desde que comenzó la Actualización del modelo, la realidad cubana se ha modificado profundamente, sin que haya cambios en la Constitución vigente.
Aún no hay una versión oficial de los posibles cambios constitucionales, aunque distintas intervenciones anteriores de las autoridades permiten hacerse una idea de las modificaciones a una Carta magna elaborada y aprobada en 1976.
Entre otras propuestas, Castro indicó que para los altos cargos gubernamentales se establecerán dos mandatos de cinco años cada uno, además de fijar un límite de edad para ejercer ocupar algunos puestos.
Además, en la isla florece un sector de negocios privados, luego del extenso control estatal sobre casi todas las actividades económicas, y aparecen cooperativas fuera del área agropecuaria, que aún no tienen reconocimiento constitucional.
Por otro lado, miles de personas poseen la ciudadanía española o de otro país sin perder la cubana, algo que está prohibido legalmente, y en el ámbito social la comunidad homosexual gana espacios, aunque aún no tiene reconocimiento jurídico como demanda.
La diputada Mariel Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) e hija de Raúl Castro, es abierta partidaria de incluir en la nueva Constitución el matrimonio igualitario y los derechos de los homosexuales.
El nuevo gobierno que desde abril preside Díaz Canel y cuyo gabinete ministerial deberá ser anunciado el próximo mes, tendrá en la Carta magna una herramienta más eficiente en la consecución de los cambios planificados por el PCC.
La actual Constitución cubana data de 1976 y desde entonces ha tenido tres modificaciones antecedidas por una consulta popular.
La primera, en 1978, fue para cambiar el nombre de Isla de Pinos por el de Isla de la Juventud, un municipio especial al sur de La Habana que no está integrado a ninguna provincia.
La segunda modificación fue en 1992, tras la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista, y cuando el PCC abrió sus filas a religiosos para terminar con el carácter ateo del Estado, que pasó a ser laico.
Una tercera modificación ocurrió en 2002 para registrar el carácter irrevocable del socialismo en Cuba.