BUENOS AIRES, 19 jul (Xinhua) -- El presidente de Argentina, Mauricio Macri, pidió hoy jueves a los argentinos "no enojarse" con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque "quiere ayudar" y defendió una vez más el crédito "stand-by" de 50.000 millones de dólares a cambio de compromisos en materia fiscal e inflacionaria que su Gobierno acordó con el organismo multilateral.
"Nos quieren vender que es el cuco, que es malo. Esto de quererse enojar con el Fondo cuando nos quiere ayudar a hacer algo que es bueno para nosotros. ¿Cómo va a ser malo lograr tener un equilibrio que nos permita no estar dependiendo de los buenos vientos del mundo? Esto que hemos logrado es un paso", señaló Macri en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
En un evento en ocasión del 164 aniversario de la fundación de la entidad, Macri enfatizó que su Administración requirió el auxilio financiero del FMI en mayo "porque claramente la duda del mercado requirió que tengamos a alguien que nos apoye. Tenemos que agradecer que el Fondo aceptó nuestro plan".
"El acuerdo con el Fondo fue una demostración enorme de los líderes mundiales que confían en el rumbo de la Argentina", subrayó.
Como contrapartida del desembolso de 50.000 millones de dólares, Argentina se comprometió a reducir el déficit primario para el año 2019 al 1,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) frente al 2,2 por ciento del que se partía, lo que supone un ajuste en los salarios de los empleados públicos, como así también recortes en la dotación de ese personal.
En el año 2020 se proyecta llegar al equilibrio primario y para el año 2021 pasar a un superávit primario de medio punto del PIB.
Además, como parte del acuerdo, el Banco Central definió un sendero de metas de inflación: el 17 por ciento para el fin de 2019, el 13 por ciento para 2020 y el 9 por ciento para 2021.
Durante mayo y junio últimos Argentina enfrentó una serie de problemas económicos que provocaron la devaluación del peso, la moneda nacional, contexto en el cual el Gobierno recurrió a un crédito "stand-by" del FMI por 50.000 millones de dólares para complementar el programa económico oficial.
A comienzos de julio, el jefe del gabinete de ministros de Argentina, Marcos Peña, estimó que la economía del país crecerá un 1 por ciento en 2018, una pauta menor al 3 por ciento previsto inicialmente, como consecuencia de la sequía que afectó a la producción agrícola, el alza del precio del petróleo y la volatilidad de los mercados internacionales.
En ese contexto, Macri dijo este jueves en la Bolsa de Comercio, a modo de autocrítica, que "tal vez por una visión equivocada nuestra de querer bajar gradualmente el gasto pero rápidamente la inflación, la primera tormenta nos encontró en una situación muy vulnerable".