RIO DE JANEIRO, 19 jul (Xinhua) -- La huelga que durante 11 días protagonizaron miles de camioneros en Brasil para protestar por la subida del precio del combustible y que paralizó el país al dejarlo desabastecido afectará la recuperación económica de este año, tal y como muestran desde entonces los indicadores y las previsiones de los economistas y las instituciones financieras, coincidieron expertos consultados por Xinhua.
Esta misma semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó su previsión de crecimiento este año del 2,3 al 1,8 por ciento.
Entre tanto, el ministro de Hacienda brasileño, Eduardo Guardia, anunció recientemente que el Ejecutivo reduciría su proyección de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,5 al 1,6 por ciento, exactamente igual que el Banco Central. El mercado financiero la situó este lunes en el 1,5 por ciento.
Esta reducción en las proyecciones llega en plena incertidumbre sobre la recuperación real de la mayor economía de América Latina, que entre 2015 y 2016 sufrió la mayor recesión de su historia, al contraerse su PIB en 7 puntos y encadenar por primera vez dos años seguidos en negativo.
El año pasado, Brasil logró salir de la crisis y su PIB creció un 1 por ciento. La previsión inicial para este año es que lo hiciera en un 3 por ciento, aunque las expectativas se han ido reduciendo desde enero.
El paro de los camioneros en mayo no tardó en dejarse notar y la producción industrial de ese mes cayó un 10,9 por ciento, el segundo peor resultado de la historia.
El sector servicios, que representa cerca del 70 por ciento del PIB brasileño, retrocedió un 3,8 por ciento en mayo, el peor resultado en 7 años y medio, mientras las ventas minoristas, uno de los principales motores económicos de Brasil, bajaron un 0,6 por ciento ese mes, la primera contracción en este 2018.
La producción de vehículos bajó un 15,3 por ciento también en mayo y la inflación subió en junio un 1,26 por ciento, el mayor resultado para el mes desde 1995.
La huelga de los camioneros se produjo en medio de un panorama electoral muy incierto y un clima exterior desfavorable, con el aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense impactando en el cambio del dólar con el real.
"La falta de reacción del Gobierno con la huelga dejó la sensación de que las instituciones pueden tardar mucho tiempo en resolver un problema y dejarnos rehenes de un colectivo, como sucedió", explicó a Xinhua el profesor de Economía de la Fundación Getúlio Vargas (FGV) Cesar Castellani.
Coincidió con él el analista de la consultora RC Everton Ribeiro. "Fue un error muy grande por parte del Gobierno, el poder de reacción ante la huelga fue mínimo. El Gobierno ya estaba débil y quedó absolutamente debilitado, y esto contribuye a que las expectativas sean a la baja", comentó a Xinhua.
Por su parte, la profesora de Economía Juliana Inshasz alertó de que los efectos de la huelga todavía pueden causar más daño ya que la mayoría de las medidas prometidas por el Ejecutivo a los camioneros todavía se están discutiendo.
"El precio del transporte de mercancías está en discusión, el precio del diésel en las gasolineras puede subir debido al tiempo paralizado. Todo esto puede crear más incertidumbre y que la gente tenga la sensación de que la huelga de camioneros no fue una cosa pasajera", agregó la especialista.
Los tres expertos consultados por Xinhua coincidieron en que tanto los empresarios como los consumidores están en un momento"de espera" para retomar la actividad.
"El Gobierno perdió la confianza, y esto retrasa las inversiones. Personas que estaban pensando en invertir prefieren esperar. En el fondo, lo que está sucediendo es que todo el mundo está esperando que pasen las elecciones para ver el desarrollo político del país", explicó Ribeiro.
Por su parte, Castellani considera que "es poco probable que algo cambie antes de las elecciones. No podemos soñar con una recuperación del crecimiento considerable sin que vuelva la confianza a los agentes económicos. Si no mejoran las perspectivas de empleo o para abrir nuevas empresas, ni la confianza de los consumidores ni la de los empresarios aumentará y la economía y los indicadores se resentirán", concluyó.