MEXICO, 14 ago (Xinhua) -- El nerviosismo inversor que regresó al mercado cambiario de México en los últimos días es un fenómeno usual que responde a perspectivas de un entorno internacional menos benigno, estimó hoy martes el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, Mario Correa, explicó que el peso mexicano es una de las monedas más utilizadas de los mercados emergentes, por lo cual es muy común que reaccione a eventos desfavorables como la situación en Turquía.
"El tipo de cambio es muy sensible en México a los cambios en la percepción de riesgo global", dijo Correa en rueda de prensa.
El peso mexicano interrumpió este martes una racha de cuatro caídas consecutivas, pero todavía prevalece el nerviosismo en torno al reciente desplome de la lira turca.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo esta semana que la reciente caída de la lira y de las acciones turcas fue causada por un ataque económico del presidente estadounidense, Donald Trump, y de su administración.
"Esto que estamos viendo en Turquía, en donde aparece esa percepción de riesgo, pues el peso está reaccionando en consecuencia aumentando y reflejando lo que están percibiendo los inversionistas", señaló Correa.
Correa dijo que lo que está ocurriendo con Turquía se debe a muchas de las vulnerabilidades propias de su economía, lo cual ha despertado el nerviosismo en los mercados emergentes.
"Es usual que cuando hay un evento significativo y negativo en algunos de los mercados emergentes los inversionistas, que tienen posiciones en estos mercados, se ponen un poco más nerviosos", argumentó.
"Y deciden bajar sus niveles de exposición al riesgo en el país que está teniendo el problema, aunque si se percibe que esto puede escalar también se refleja en la canasta en general de los mercados emergentes", agregó.
El IMEF presentó este martes su Encuesta Mensual de Estudios Económicos, en el que prevé un menor dinamismo en el crecimiento económico del país y una inflación encima del objetivo del central Banco de México.
Los ejecutivos del IMEF proyectan un crecimiento del 2,15 por ciento para el producto interno bruto de México este año, un poco menor que el 2,30 por ciento previsto en la encuesta de julio.
Para la inflación, los ejecutivos del IMEF estiman una tasa interanual del 4,30 por ciento al final de este año, contra el 4,20 por ciento previo.
Banxico tiene un objetivo de inflación del 3 por ciento, con un diferencial de un punto porcentual arriba y abajo de esa cifra.
Para el tipo de cambio, el IMEF proyecta 19,20 pesos por dólar al cierre del año, contra el pronóstico previo de 19,50 unidades por billete verde.
"Se está complicando el panorama global con el estallido de la crisis en Turquía y el escalamiento del proteccionismo de Estados Unidos", dijo por su parte el presidente del IMEF, Fernando López.
"El panorama económico está sujeto a un elevado grado de incertidumbre ante la gran cantidad de definiciones que se irán dando en los próximos meses y ante los serios riesgos que se mantienen vigentes en el entorno global", agregó.