La imagen muestra dos redes cerebrales -Red de Modo Predeterminado- (rojo / amarillo) y la Red de Salud (azul / verde) que tienen roles importantes en la función social y emocional. Estas dos redes en el cerebro se alteraron cuando los voluntarios recibieron la hormona kisspeptina, y esto se asoció con cambios en la actividad cerebral relacionada con la aversión sexual y la excitación sexual. - Imperial College London
Londres, 19/10/2018 (El Pueblo en Línea) - La hormona Kisspeptina, conocida como el «regulador maestro» de la reproducción de los varones, es también un fundamental en despertar el deseo sexual. Investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) han analizado como esta hormona, recientemente descubierta y que tiene un papel crucial en la producción de espermatozoides y óvulos, altera la actividad cerebral en voluntarios sanos y han descubierto que estimular los comportamientos reproductivos y sexuales, destaca ABC.
En la nueva investigación, que se publica en «Journal of Clinical Investigation Insigh», se ha analizado cómo la hormona afecta al cerebro cuando está en reposo, es decir, cuando no estamos concentrados en una actividad. Al estudiar este estado se puede comprender qué sucede cuando el cerebro se activa y, además, permite examinar redes cerebrales grandes que se saben que son anómalas y está ligadas a determinados trastornos psicológicos.
De esta forma han podido demostrar que la hormona cambia su actividad en redes cerebrales clave en reposo, algo que se relaciona con la excitación sexual. Los científicos también observaron que la hormona estimula distintas redes en el cerebro involucradas en el estado de ánimo y la depresión. «Esta información sugiere que la hormona podría ser usada en el futuro para tratar enfermedades como el bajo deseo sexual o la depresión», indica Waljit Dhillo, del Instituto Nacional de Investigación de Salud Británico y autor principal del estudio.
Esta información sugiere que la hormona podría ser usada en el futuro para tratar enfermedades como el bajo deseo sexual o la depresión.
La kisspeptina es una hormona codificada por el gen ‘Kiss1’, gen inicialmente conocido por su papel supresor de las metástasis del cáncer de mama y el melanoma en humanos. Tal es así que esta kisspeptina se denominó originalmente como ‘metastina’. Sin embargo, cada vez son mayores las evidencias de que la misión principal de esta kisspeptina es la de estimular la producción por el organismo de otras hormonas de reproductiva, caso muy especialmente de las gonadotropinas que, como la hormona luteinizante (HL) o la hormona estimulante del folículo (FSH), promueven la maduración sexual durante la pubertad y la producción de las células sexuales –o ‘gametos’–.
Los problemas psicosexuales, como el bajo deseo sexual, afectan hasta a una de cada tres personas y pueden tener un efecto devastador en el bienestar de una persona y de la pareja.