Madrid, 28/01/2019(El Pueblo en Línea) - Ha pasado más de una semana desde que el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia aplazase el juicio por filiación contra Julio Iglesias, donde se debía discutir si el valenciano Javier Sánchez Santos es su hijo, fruto de una relación que el cantante mantuvo en 1978 con la bailarina portuguesa Maria Edite Santos. La vista estaba prevista para el 4 de marzo y se iba a celebrar a puerta cerrada, sin periodistas ni curiosos. Un requisito que el juez que lleva el caso quiso conceder al cantante, esperando así que Iglesias acudiera al juicio, algo que siempre se ha visto improbable, según ABC.
Las dos razones que el juez esgrimió para aplazar el juicio fueron que el padre adoptivo de Javier debía volver a realizarse una prueba de ADN para descartar que sea su padre biológico. Este test ya se presentó en 1992, cuando Edite Santos inició el primer proceso que llevaría a Iglesias a los tribunales por este caso de filiación. Sin embargo, esa prueba se hizo en un centro privado y el juez quiere que sea una prueba oficial, realizada por unos médicos forenses en un hospital público.
Según ha podido saber ABC por una fuente judicial, la prueba se llevará a cabo esta semana. Javier Sánchez acudirá junto a su padre adoptivo, con quien tiene muy buena relación y al que considera realmente su progenitor, a un centro médico valenciano donde se llevará a cabo la prueba de ADN.
La otra cosa que el juez demandó no era un requisito como tal. Le volvió a pedir a Julio Iglesias por segunda vez que se personase en Valencia para realizarse una prueba de ADN. Esta citación se extendía también a los hijos reconocidos del cantante. Una consigna que el abogado de Javier lleva pidiendo desde hace meses. Al parecer, Iglesias no ha contestado por el momento al juez, lo que se podría entender como otra negativa por parte del cantante a realizarse la prueba.