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ENTREVISTA: Establecimiento de nueva China lo proyectó como "jugador clave" en escenario internacional, según experto

Por René Quenallata Paredes

LA PAZ, 1 mar (Xinhua) -- El extraordinario desarrollo y crecimiento sostenido en las últimas décadas es, sin lugar a dudas, una de las grandes transformaciones que experimentó la nueva China y que la catapultó actualmente como un "jugador clave" en el escenario internacional.

Esta conclusión la manifestó a la Xinhua el internacionalista y docente de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad NUR Juan Pablo Saucedo, quien consideró que actualmente China mantiene una política de asociación estratégica cordial con todos los países.

"En las últimas décadas China pasó a ser un jugador clave en el escenario internacional. No sólo porque es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por lo cual tiene la capacidad de decisión o veto sobre los asuntos más relevantes del escenario mundial, junto con el resto de los miembros, sino especialmente por el aspecto económico y comercial, traducido luego en el desarrollo de su población", manifestó.

Para el experto internacionalista, el establecimiento de la China del año 1949 tiene una connotación geopolítica relevante, pues sentó las bases para la unificación del país más grande de Asia.

"Bajo una misma sintonía en lo político el país más poblado del mundo pasó de ser un conjunto de pequeñas aldeas dedicadas a la agricultura, a un Estado como el que conocemos hoy, con una economía diversificada y con un desarrollo tecnológico importante", evaluó.

No obstante, consideró que las características propias del país ayudaron para que se produzca el posterior crecimiento económico, como la innegable cantidad poblacional y un territorio extenso, así como la apertura comercial al mundo que se diera lugar a finales de la década de los 70.

Saucedo, quien fuera gerente de Estudios y Proyectos del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), manifestó que el mayor éxito que pudo tener la apertura comercial de China en 1978, fue convertir a ese país en el mayor exportador mundial.

Asimismo, dijo que, por las divisas generadas gracias a las exportaciones, China ya se asentó como la segunda economía mundial después de Estados Unidos.

"La apertura a las inversiones fue el punto crucial para el aprovechamiento de factores como su gran población, un gran territorio, una ubicación geográfica estratégica en el Sudeste de Asia, recursos naturales, y la capacidad para mantener relaciones comerciales y diplomáticas con las potencias mundiales de Occidente", manifestó.

Para Saucedo, el mayor logro de su reforma y apertura fue convertir a China en la "fábrica del mundo", ya que, al abrirse a las inversiones, generó una inimaginable cantidad de empleos que ayudó a millones de personas a salir de la pobreza extrema y relativa.

"Las mejoras en los ingresos de la población china a su vez se tradujeron en mayores niveles de consumo y permitieron que se desarrollaran otros sectores con alto potencial, no sólo las manufacturas básicas, sino más bien la incorporación de tecnología para la producción en masa de bienes con mucho valor añadido", agregó.

En ese sentido, a decir del analista, sectores como la industria automotriz, de aparatos electrónicos y maquinaria para diversas funciones comenzaron a florecer, con patrones de calidad que eventualmente fueron mejorando hasta el punto que las principales compañías del mundo decidieron asentar sus fábricas en el país.

Sobre las medidas políticas implementadas después del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), Saucedo dijo que es fundamental mantener la estabilidad y un sostenido crecimiento a través de su estrategia "importante" denominada la Franja y la Ruta, pero no sólo por la construcción de infraestructura que le permita conectarse con Europa, sino también por la mirada que tiene China en la infraestructura física en regiones como América Latina.

Destacó, además, que el Estado chino se convirtiera también en un inversor en tecnología.

Según el internacionalista, las expectativas para el desarrollo de China dependerán en gran medida de que pueda recuperar de la pobreza a todavía un gran porcentaje de su población. "Si bien es cierto, la clase media china en las grandes ciudades de ese país se ha incrementado, aún son millones los que necesitan mejorar sus condiciones de vida".