PARIS, 23 mar (Xinhua) -- Las inminentes visitas del presidente chino, Xi Jinping, a Francia y Mónaco servirán para seguir promoviendo las relaciones del país asiático con esos dos países europeos, dijo el embajador chino en Francia, Zhai Jun.
Xi, quien ahora se encuentra en Italia en una visita de Estado, viajará posteriormente a Mónaco y Francia dentro de su gira por tres naciones europeas, su primer viaje al extranjero este año.
La visita de Xi a Francia, cinco años después de la última que hizo a ese país, llega en un momento en que el mundo experimenta cambios sin precedentes en el último siglo y el multilateralismo y la gobernanza global están llegando a una encrucijada, dijo Zhai en una reciente entrevista con Xinhua.
"Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Naciones Unidas) y países con influencia global, China y Francia tienen responsabilidades ante el futuro de la humanidad", dijo, y añadió que "la importancia de la relaciones bilaterales ha aumentado en la nueva coyuntura".
Este año se celebra el 55º aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Francia. A pesar de las vicisitudes en la escena internacional, dijo el embajador, los lazos entre ambas han avanzado constantemente a lo largo del camino trazado por anteriores generaciones de líderes de ambos países y han logrado gran resultados.
La cooperación entre China y Francia, resaltó, se ha ampliado a muchos campos, desde la agricultura, la fabricación avanzada y la atención médica hasta la energía nuclear, el aeroespacio y la inteligencia artificial.
En 2018, el comercio bilateral alcanzó 60.000 millones de dólares y más de 2,3 millones de turistas chinos visitaron Francia, dos cifras récord, dijo Zhai.
Actualmente, más de 100.000 estudiantes franceses aprenden chino, mientras se prevé que el número de estudiantes chinos en Francia llegue a 50.000 en 2020, agregó, y anotó que hay más de 100 pares de ciudades hermanas entre los dos países.
"El vínculo entre China y Francia nunca ha sido tan estrecho como hoy día, y los dos pueblos nunca han tenido tantas ganas de entenderse", destacó Zhai.
El embajador anotó que las relaciones China-Francia y China-Europa tienen tres características: una coordinación estratégica más estrecha que nunca, una cooperación práctica más profunda que nunca y un apoyo social más firme que nunca.
En un mundo con cada vez más incertidumbres debido al unilateralismo, el proteccionismo y otros desafíos, China y Francia, así como Europa en su conjunto, están comprometidas firmemente a proteger el sistema de gobernanza internacional multilateral y el orden económico internacional libre y abierto, y a servir como importantes factores de estabilización en el mundo, señaló Zhai.
Las relaciones entre China y Europa, subrayó, son cada vez más estrechas. Por ejemplo, el Expreso China-Europa ha conectado China con 50 ciudades en 15 países europeos dentro del marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta.
Indicó que China y Europa quieren fortalecer la globalización económica en una manera más abierta, inclusiva y equilibrada, caracterizada por la cooperación en que todos ganen y se beneficien.
En el ámbito de la educación, hay 131 Institutos Confucio en los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y los 24 idiomas oficiales del bloque se enseñan en los colegios chinos, apuntó Zhai. Unos 300.000 estudiantes chinos estudian en los países de la UE y más de 45.000 estudiantes de la UE están estudiando en China, agregó.
"Estas cifras muestran que las relaciones entre China y Francia y entre China y Europa tienen un apoyo público cada vez más sólido y un futuro cada vez más espléndido", destacó.
En cuanto a los lazos entre China y Mónaco, Zhai, quien también es embajador chino en el principado, señaló que la visita de Estado de Xi, la primera de un presidente chino en la historia a esa nación, tiene "una gran importancia".
Aunque los dos países están lejos geográficamente y tiene tamaños muy diferentes, se respetan, se tratan con equidad y sus relaciones bilaterales han tenido un desarrollo estable, enfatizó.
Sus lazos, llenos de energía positiva, "son un buen ejemplo de cómo países grandes y pequeños pueden forjar relaciones amistosas y buscar el desarrollo común", indicó Zhai.