SAO PAULO, 10 abr (Xinhua) -- Los primeros 100 días del gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, han estado marcados en lo político por las dificultades para que sea aprobada en el Congreso la reforma jubilatoria, que busca reducir el déficit fiscal, afirmaron especialistas brasileños.
El profesor de la Escuela de Economía de Sao Paulo de la Fundación Getulio Vargas, Márcio Holland, expresó a Xinhua en ese sentido que "se está agotando" la capacidad política de Bolsonaro, cuya administración comenzó el 1 de enero pasado.
"La capacidad del gobierno se está borrando rápidamente dentro de este período de 100 días. Tendremos, si todo sigue igual, una reforma deshidratada, que impedirá el paso hacia otras reformas", expuso Holland, quien también fue secretario de Política Económica.
"Si existe una reforma deshidratada, será muy difícil realizar una reforma tributaria en 2020, que sería el paso siguiente a una agenda de reformas", agregó.
Bolsonaro ha planteado distintas metas en todos sus ministerios durante los primeros 100 días de gestión, pero la gran apuesta del ex capitán y de su ministro de Economía, Paulo Guedes, es que el Congreso apruebe la reforma previsional este primer semestre.
La reforma al sistema de jubilaciones, que significa una enmienda constitucional que requiere las tres quintas partes de los votos en ambas cámaras del Congreso, es considerado por Holland "necesario, tanto para las cuentas públicas, como para la organización del país en el futuro".
El profesor y ex secretario alertó que para el año 2060, en el país sudamericano habrá 5 millones de personas con 90 años.
Dijo que el gobierno deberá revisar las expectativas de lo que el mercado financiero espera de la reforma, frente a las resistencias expresadas en el Congreso.
"Hay gente que dice que la aprobación de una reforma generará una solución de crecimiento en 2019. La reforma no acelerará el crecimiento, pero generará más expectativas para 2020, 2021 y 2022", sostuvo.
Por su parte, el profesor de derecho público de la Fundación Getulio Vargas, Carlos Sundfeld, consideró que el gran problema de cualquier reforma del sistema de pensiones en Brasil "es la espera", a raíz de la falta de decisión del gobierno en defender su proyecto.
"El Ministerio de Economía tiene dificultades en elaborar proyectos que tengan sentido para el núcleo político de la Presidencia. Pasaron 100 días y todavía los ministerios se están reorganizando", comentó.
Sundfeld expresó que la aprobación de la reforma previsional tiene fuertes resistencias en el Congreso, "porque muchos parlamentarios, incluso oficialistas, representan a sectores que serán afectados por las modificaciones".
Mencionó en ese sentido a militares, policías y empleados públicos en general, cuyas carreras se verán afectadas por la reforma, porque obligará a trabajar más años para cobrar la jubilación.
"El gobierno viene con un discurso de destrucción de privilegios en las jubilaciones, pero por otro lado debería transformar la imagen de destrucción en poder construir algo, en tener una política hacia los empleados públicos", apuntó.