Por Luis Brito
MEXICO, 17 jun (Xinhua) -- Los migrantes centroamericanos que Estados Unidos devuelve a México aguardan por lo menos tres meses para comparecer en su proceso de asilo ante autoridades estadounidenses, dijeron a Xinhua activistas migratorios.
Bajo el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), el Gobierno del presidente Donald Trump ha devuelto a 11.922 centroamericanos a México en un lapso de poco más de cuatro meses, luego de que cruzaran la frontera común y pidieran asilo.
Las devoluciones comenzaron el 29 de enero y se realizaban, hasta ahora, por las garitas de las ciudades mexicanas noroccidentales de Tijuana y Mexicali y la septentrional de Ciudad Juárez, donde los migrantes deben aguardar su proceso de asilo ante los tribunales estadounidenses.
El coordinador de la Red Zona Norte de Casas y Centros de Derechos Humanos de Migrantes, Carlos Yee, describió que los centroamericanos traen en la mano cita para una audiencia que por lo general tiene una fecha de al menos tres meses después.
Ejemplificó que los últimos migrantes con los que había conversado en Tijuana, donde realiza sus labores, estaban citados para presentarse en septiembre próximo ante la autoridad migratoria estadounidense.
"Eso no quiere decir que en septiembre les van a resolver el asilo. Les pueden dar una extensión, hacer otra cita, como en cualquier proceso judicial", aclaró Yee.
El coordinador de la Alianza Migrante de Tijuana, José María García, enfatizó, por separado, que muchos de los migrantes devueltos llevaban varias semanas aguardando del lado mexicano para entrar a pedir asilo a Estados Unidos, que a veces los regresa el mismo día o al siguiente.
"Se empiezan a sentir incómodos, imagínate una cita que va a durar más de tres meses de espera. Dicen 'creo que mejor desisto o me regreso a mi país o me quedo a buscar empleo en la ciudad", detalló García, quien también dirige un albergue temporal para migrantes.
En enero la Administración Trump comenzó a aplicar de manera unilateral el MPP, una medida sin precedentes en la relación entre los dos países vecinos, alegando una saturación de su sistema migratorio ante el aumento de las peticiones de protección.
Washington extenderá el protocolo de devolución a toda la frontera común a partir de los próximos días por un acuerdo migratorio con México, pactado el 7 de junio luego de que Trump amenazara con imponer un arancel general y gradual a las importaciones mexicanas.
Diez días después de haber sido anunciado el pacto todavía es incierto el número de solicitantes de asilo que Washington regresará a México y el ritmo en que lo hará, pero Yee y García coincidieron en que generará mayor presión de respuesta para las ciudades mexicanas fronterizas.
Prácticamente todos los albergues para migrantes a lo largo de la frontera común son operados por organizaciones civiles, y ya se encuentran saturados ante el creciente flujo que entra a México para dirigirse a Estados Unidos.
Abiertos originalmente para mexicanos deportados, los refugios han atendido los últimos meses también a centroamericanos, en su mayoría hondureños, que recorren el país y que son devueltos para aguardar su proceso de asilo.
Yee expuso que en Tijuana, cuya frontera con San Diego es la más transitada del mundo, existen 28 albergues para migrantes, sin embargo otras ciudades carecen de infraestructura suficiente para una mayor demanda porque solo tienen uno o dos refugios.
Nuevo Laredo, en el extremo de la frontera opuesto a Tijuana, cuenta con solo dos refugios que ya reciben centroamericanos que llegan desde el sur de México, destacó.
Estados Unidos devolvió a México un promedio de 93 migrantes diarios desde que comenzó el protocolo en enero y hasta el 12 de junio, tomando como base la cifra total de 11.922 retornados que el Instituto Nacional de Migración (INM) divulgó la semana pasada.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Interior), Alejandro Encinas, adelantó hoy en Tijuana que estiman que podrían ser de 150 a 200 los migrantes que Washington devuelva a diario con la extensión del protocolo.
Las autoridades estadounidenses pueden tardar hasta 18 meses en resolver un proceso de asilo, aunque la Administración Trump se comprometió en el acuerdo migratorio a acelerar las respuestas.
"Es una receta para algo muy caótico", expresó Yee, agregando que "ningún país ni ninguna oficina consciente de los derechos humanos (debería) retornar personas sin miramientos, 'después resuelvo tu situación de protección internacional'".
Funcionarios de la Cancillería y la Secretaría de Gobernación han reiterado desde la semana pasada que el Gobierno mexicano abrirá o habilitará albergues para responder a la situación, además de promover que los migrantes se empleen en fábricas mientras aguardan.
México aceptó que más migrantes esperen en territorio mexicano el proceso a cambio de no convertirse en tercer país seguro, como quería la Administración Trump durante la negociación del acuerdo.
Además, el Gobierno mexicano ha incrementado la aplicación de la ley migratoria en su porosa frontera sur para mitigar la oleada de centroamericanos que la cruzan de manera irregular en su camino a Estados Unidos.
García, el coordinador de la alianza conformada por organizaciones sociales que apoyan a migrantes, recordó que las personas buscan migrar a Estados Unidos porque en sus países enfrentan pobreza o inseguridad.
"Es muy lamentable que la gente todavía quiera pensar que Estados Unidos pueda ayudarlos a tener mejores oportunidades o protección y tengan que lidiar con un mandatario que les está diciendo que no los quiere en su país", manifestó García.