El Volo 2X, lanzado por Zhejiang Geely Holding Group y la empresa alemana Volocopter, debutó en el 19º Salón Internacional del Automóvil de Shanghai el año pasado. [Foto/China Daily]
Las estadísticas muestran que más de 200.000 aviones de aviación general, incluidos helicópteros y jets privados, operaban en EE.UU. a finales de 2020, y alrededor de 136.000 en Europa.
China está abriendo gradualmente su espacio aéreo de menor altitud para uso civil y, por lo tanto, es un mercado con un gran potencial para los autos voladores.
De acuerdo con un plan de mediano a largo plazo, China intensificará la investigación y el desarrollo de vehículos voladores, exigiendo avances en la integración de dichos vehículos y coches tradicionales, así como una transición fluida entre la conducción aérea y la conducción en carretera.
Wang Yanan, editor en jefe de la revista Aerospace Knowledge, dijo que el uso a gran escala de los coches voladores tardará al menos de 10 a 15 años, y añadió que una forma factible de lograrlo es introducir estos vehículos etapa por etapa, inicialmente en regiones menos pobladas.
Sin embargo, el sector emergente de vehículos voladores se está viendo gradualmente como una solución seria a la congestión del tráfico urbano y una nueva alternativa a la movilidad personal en las ciudades.
Se espera que el sector crezca hasta convertirse en un mercado valorado en 1 billón para 2040 de dólares y 9 billones de dólares para 2050, según la compañía global de servicios financieros Morgan Stanley.
La consultora global Roland Berger estima que hasta 160.000 vehículos voladores operarán como taxis aéreos para 2050.
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