Vision, coraje y sabiduría son necesarios para lograr las mejores soluciones durante las crisis internacionales para mantener la paz regional.
Pekín, 21/08/2014(El Pueblo en Línea)-Este año se cumple el 110 aniversario del nacimiento de Deng Xiaoping. Aunque han transcurrido diecisiete años desde su muerte, ocurrida en 1997, China sigue avanzando en la reforma y apertura que Deng trazó a finales de la década del 70.
Aunque China se enfrenta ahora a una situación diferente y existen otros retos internacionales, la diplomacia china aún puede aprender mucho de la sabiduría de Deng.
China debe inspirarse en el espíritu de Deng y evitar cualquier carrera armamentista o confrontación militar. Decidió que, aunque en China era necesaria la modernización de la defensa nacional, se debía dedicar los principales recursos a desarrollar la economía, en lugar de ubicarlos en las fuerzas armadas. En este sentido, una de sus decisiones importantes fue la de reducir el número de militares.
Esta decisión ahorró recursos que pudieron invertirse en el desarrollo económico del país. Si China hubiese actuado de otro modo, no habría logrado su rápido desarrollo económico y elevado el nivel de vida del pueblo chino.
En China, el desarrollo económico debe seguir siendo la prioridad. Así como prioridad debe ser el firme compromiso para garantizar la paz y el desarrollo, no sólo de la nación, sino del mundo.
Deng insistió en que China nunca buscará la hegemonía. A pesar de que se ha convertido en la segunda mayor economía del mundo, y se espera que supere a Estados Unidos, China no busca la hegemonía o la expansión.
Como indicó Deng, China no debería tratar de imponer sus propios valores o formas de pensar a los demás países, y debe tratar a todos los países con igualdad y respeto. China no debe cometer el error de extralimitarse en el ejercicio de su política exterior, como lo ha hecho Estados Unidos.
Por otra parte, China siempre debe mantenerse firme en sus principios. Por eso, en la década de 1980, Deng insistió en que solamente cuando se cumplieran tres condiciones, entonces se podrían normalizar las relaciones entre China y la Unión Soviética: la retirada de la Unión Soviética de Afganistán, la retirada de las tropas soviéticas de la frontera china y mogola y la retirada de las tropas vietnamitas de Cambodia.
Como un país grande y una gran responsabilidad global, China debe asegurarse de que siga siendo una fuerza confiable, con firmeza de paz, aleada del desarrollo y respetuosa de la vía de soluciona los conflictos dentro del marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
China necesita una diplomacia inteligente. Deng también hizo hincapié en la importancia del poderque otorga la capacidad intelectual en la diplomacia.
Una diplomacia inteligente significa tener la visión, el coraje y la sabiduría para llegar a la mejor solución de una crisis sin sucumbir a la tentación de lograr una satisfacción inmediata al calor del momento, o sin haber pensado cuidadosamente las consecuencias e implicaciones de la acción, a medio y largo plazo.
Los ejemplos incluyen "un país, dos sistemas" propuesta que resuelvió el letargo en las negociaciones sino-británica sobre el futuro de Hong Kong, así como la política equidistante en la guerra Irán-Irak en la década de 1980, a pesar de que los Estados Unidos hizo todo lo posible para persuadir a China de apoyar a Irak y oponerse a Irán.
Ahora que Estados Unidos ha librado dos guerras muy costosas, y una vez más se enredan en Irak, la sabiduría de la política de Deng de tratar por igual tanto a Irán como a Irak , ha sido a largo plazo beneficiosa para China y demuestra la importancia de la visión, sabiduría y capacidad en las iniciativas de relaciones exteriores.
Bendecida con el legado de la política exterior de Deng Xiaoping, China debe continuar su camino como una fuerza de paz y desarrollo, ahora y en las décadas por venir.