BEIJING, 3 sep (Xinhua) -- China ha desempeñado un papel cada vez más positivo en la reconstrucción de Irak tras la guerra, pero Estados Unidos parece reticente a reconocer la contribución china y, en su lugar, calificó a China de "beneficiario gratuito" del petróleo iraquí.
La acusación de Estados Unidos, que carece de fundamentos, no es más que un intento de Washington de encontrar un chivo expiatorio por el fracaso de su política en Irak.
En una entrevista sostenida el 8 de agosto con el New York Times, el presidente Barack Obama calificó de "beneficiario gratuito" a China por su papel en Irak en los últimos 30 años y criticó a China por no asumir más obligaciones internacionales.
En una nota de bastante autosatisfacción, Obama parece afirmar la llamada "responsabilidad" de Estados Unidos en Irak. Pero nadie se equivoca si recuerda que fueron precisamente los políticos en Washington los que arrastraron a ese país de Medio Oriente a una sangrienta guerra.
Desde Afganistán a Irak y Siria, el fracaso de la política de Estados Unidos en Medio Oriente remuerde la conciencia de los líderes estadounidenses. A pesar del vasto compromiso y del gran número de víctimas, la situación de seguridad en esa región sólo ha empeorado.
La aparición del grupo extremista ISIS en julio de este año en Irak fue una bofetada para los responsables políticos de Estados Unidos. Los terroristas aumentaron su fuerza durante la guerra civil y aprovecharon el desorden dejado por las tropas estadounidenses.
Cuando se trató de dar explicaciones, Obama desafortunadamente optó por una excusa. En lugar de admitir una verdad inconveniente, el presidente intentó desviar la atención del público en China, de una forma bastante anticuada.
Jugando la carta de la responsabilidad internacional, Obama busca ganar el apoyo del público a su polític exterior, pero su comentario sobre China como un "beneficiario gratuito" está lejos de convencer a alguien y no tiene sentido.
Después de que terminó la guerra en Irak en 2003, China contribuyó con un enorme apoyo financiero y de personal para restaurar a este país devastado por la guerra.
"Cuando las compañías occidentales salieron de ese país en guerra, las compañías chinas entraron sin ningún temor", indicó en un artículo a inicios de agosto el destacado periódico chino Diario del Pueblo.
Es obvio que Estados Unidos es un "invasor y desertor", mientras que China ha sido un "socio y constructor que ha desempeñado un papel cooperativo y constructivo todo este tiempo", agregó el diario.
Sin duda, Obama no prestó atención a la enorme escala de los esfuerzos realizados por China para la reconstrucción postbélica, lo que ayudó a estabilizar a Irak.
China es una potencia económica. Su contribución, principalmente en términos de comercio, inversión y construcción de infraestructura, ha promovido la estabilidad regional y mundial.
Beijing ha estado trabajando arduamente para construir un nuevo tipo de relación entre potencias con Estados Unidos.
Washington debe dejar de lado su mentalidad estereotipada de encontrar un chivo expiatorio para sus desastrosas políticas interna y externa.
Si Estados Unidos trata a China como un verdadero socio, sin duda se subirá al tren de rápido desarrollo de China y se beneficiará de la prosperidad de China.
China no es un beneficiario gratuito, sino un actor responsable.