TOKIO, 16 oct (Xinhua) -- El gobierno japonés pidió a la autora de un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las "mujeres de confort" que se retracte de parte del contenido al que Tokio considera "falso", pero la solicitud fue rechazada hoy.
Radhika Coomaraswamy, una abogada de a Sri Lanka y ex relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres, publicó el informe en 1996. El documento dice que la esclavitud sexual impuesta por Japón durante la guerra constituyó una violación a la ley internacional y pide a Tokio ofrecer disculpas e indemnización por la atrocidad.
De acuerdo con la agencia de noticias Kyodo News, el gobierno japonés hizo la solicitud después de que un importante periódico japonés admitiera que publicó información falsa respecto a este controvertido tema.
En agosto, el diario "Asahi Shimbun" reconoció "errores graves" en muchos artículos sobre el tema de las "mujeres de confort", y se retractó de todas las historias que datan de hace décadas. En las publicaciones se cita a Seiji Yoshida, un japonés que dijo que secuestró a alrededor de 200 mujeres coreanas y las obligó a trabajar en burdeles militares japoneses durante la guerra.
Kuni Sato, embajador de Japón encargado de asuntos de derechos humanos y humanitarios, se reunió con Coomaraswamy el martes en Nueva York, informó Kyodo News. Sin embargo, la autora señaló que no ve la necesidad de retractarse ni hacer alguna corrección al informe debido a que los testimonios de Yoshida sólo son una parte de la evidencia.
La existencia de las "mujeres de confort" como parte de la ferocidad de guerra del ejército japonés, no puede ser negada. Los historiadores calculan que alrededor de 200.000 mujeres, principalmente de China y de la República de Corea, fueron obligadas a trabajar en los burdeles del ejército japonés antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Menos de 100 víctimas aún siguen con vida.