El gobierno cubano impulsa hoy un ambicioso programa de agricultura suburbana como parte de una estrategia que busca disminuir la factura de alimentos en el mercado internacional.
El secretario ejecutivo del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana, Nelson Companioni, señaló que ese sistema se desarrolla en 29 ramas productivas y de apoyo que "se hacen imprescindible para otorgarle el carácter integral y obtener la mayor producción posible en cada parcela".
"Entre los diez subprogramas dedicados a los cultivos están el de hortalizas y condimentos frescos, frutales, plantas medicinales, plátanos y granos", explicó Campanioni.
Otros seis subprogramas están destinados a la crianza de aves, conejos, ovejas, cerdos y vacas, y otros 13 subprogramas apoyan a las demás actividades, entre ellos el de semillas, suelos y abonos orgánicos.
Especial atención le otorga el Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) al subprograma de frutales, que explota actualmente más de 100 especies y cuenta en cada lugar con jardines botánicos de viveros y semillas.
También recibe atención el subprograma ganadero, encargado de garantizar la base nutricional de los animales a partir de los desafíos que ha impuesto el cambio climático.
"La generalización de esas formas de cultivo agroecológicas ha permitido al país sobreponerse a varias situaciones económicas complejas en diferentes etapas", aseveró Campanioni.
El experto aseguró que el programa hoy suministra el 50 por ciento de las hortalizas (planta comestible) que adquieren los cubanos y los centros de consumo social, entre ellos las instituciones educativas y hospitalarias.
Asimismo, produce anualmente -con tendencia al incremento- alrededor de 50.000 toneladas de carne a partir de las distintas especies de animales que hoy lo conforman; más de 500.000 toneladas de viandas y 146.000 toneladas de frutas.
"Esa estrategia de producción permite situar apreciables volúmenes de productos en los puntos de venta distribuidos por todo el territorio nacional, opción que permite comercializar de manera directa en cada localidad las producciones frescas, disminuir sus precios y esquivar los intermediarios", apuntó el especialista.
Entre las metas del Programa de Agricultura Urbana y Suburbana está el impulsar la producción de viandas, frutas, granos y otros cultivos, también la crianza animal y su base alimentaria, mediante 144.000 fincas en 156 municipios del país.
Las perspectivas de desarrollo a mediano y largo plazo incluyen lograr 10.000 hectáreas de organopónicos o huertos intensivos y cultivos semiprotegidos con un rendimiento promedio de 12 kilogramos por metro cuadrado, con el objetivo de obtener no menos de un millón de toneladas de vegetales, hortalizas y condimentos frescos.
Otro de los proyectos en desarrollo es propiciar la conservación de alimentos postcosecha, utilizando métodos de elaboración naturales, domésticos y artesanales mediante pequeñas industrias instaladas en las fincas o cooperativas para el procesamiento de dulces, pulpas, jugos, condimentos secos y otros.
Desde que surgió el proyecto, en 1987, el cultivo y la comercialización de alimentos tradicionales ha crecido con el nacimiento de pequeñas fincas o huertos en zonas densamente pobladas.
El presidente Raúl Castro, que impulsa un ambicioso proceso de "actualización del modelo económico", ha reiterado que la producción local de alimentos es "un asunto de seguridad nacional".
La isla, cuya economía sufre de falta de liquidez, importa cada año unos 2.000 millones de dólares en alimentos, los que se destinan en lo fundamental a la canasta básica que se reparte mensualmente a la población con precios subsidiados.