Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 6 dic (Xinhua) -- En un intento de reducir el uso de químicos en la agricultura, Cuba construye hoy plantas biotecnológicas en varias provincias de la isla, empeñada en elevar la producción de alimentos para disminuir una millonaria factura.
Esas pequeñas plantas están a cargo del Grupo Empresarial de Laboratorios Biofarmaceúticos (Labiofam), cuyo director José Antonio Fraga, explicó a periodistas que se utilizan para reproducir microorganismos capaces de fijar nutrientes al suelo o controlar plagas, sin afectar las cosechas, a animales o al ser humano.
El fundamento de esas fábricas es la construcción de sencillos fermentadores de grandes volúmenes de microorganismos, a través de los cuales se elaboran biofertilizantes y bioestimulantes que mejoran la calidad y desarrollo de las producciones agrícolas, además de exterminar plagas.
Estos productos biotecnológicos evitan el uso de insecticidas y plaguicidas químicos nocivos para el hombre, los cuales provocan severas afectaciones en el sistema nervioso central, además de ocasionar alergias y cáncer.
Labiofam prepara una planta, con moderna tecnología china, en las afueras de la ciudad cubana de Santa Clara, a unos 270 kilómetros al este de La Habana.
La planta, que debe concluirse en 2016, se erige a un costo de más de 29 millones de pesos (igual en dólares al cambio oficial) y debe ser capaz de entregar importantes renglones completamente ecológicos destinados a la agricultura cubana.
De acuerdo con el director de inversiones de Labiofam, Javier Morales, la fábrica entregará cada año producciones por unos 80 millones de pesos, que incluyen 1.000 toneladas de BioRat, material utilizado para exterminar ratas y ratones, y seis millones de litros de biofertilizantes y bioplaguicidas.
El proyecto permitirá el ahorro de abonos importados como la urea, cuyo costo en el mercado internacional oscila entre 250 y 350 dólares por tonelada, sin incluir los gastos de transportación.
En la provincia de Santiago de Cuba (este) se construye también una moderna planta de biofertilizantes, con valor de casi cinco millones de pesos y tecnología desarrollada por el Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (ICIDCA).
La instalación, ubicada en las cercanías de la refinería de azúcar Dos Ríos, en el municipio de Palma Soriano, se encuentra casi al 60 por ciento de ejecución y montaje de sus 18 objetos de obra que permitirán fabricar tres bioproductos importantes para el beneficio de la agroindustria.
Esos elementos son el biofertilizante Nitrofix, usado como fijador del nitrógeno atmosférico, la hormona reguladora del crecimiento vegetal Bioenraíz, y el Cluticid, un antifúngico foliar controlador de plagas y enfermedades.
La planta se hace más rentable por la cercanía al complejo azucarero, principal abastecedor de los componentes, lo cual ahorra recursos por concepto de transportación por carretera y ferrocarril.