El uso de la tortura por parte de Estados Unidos durante el interrogatorio de prisioneros capturados en su "guerra contra el terrorismo" perjudicó la autoridad moral de ese país y representa un retroceso en el combate mundial a esta práctica condenable, señaló hoy un experto en Derechos Humanos de la ONU.
"El ejemplo puesto por Estados Unidos sobre el uso de la tortura ha sido un gran inconveniente en el combate a tal práctica en muchos otros países del mundo", dijo Juan Méndez, relator especial de la ONU sobre Tortura y otros Tratos o Sanciones Crueles, Inhumanos o Degradantes.
"Hemos perdido un poco de autoridad moral", añadió el relator. "Pero puede y debe recuperarse".
Un informe del Senado de Estados Unidos que dio a conocer un brutal programa de tortura de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) después de los ataques terroristas del 11 de septiembre generó fuertes críticas en Estados Unidos y otros países luego de su publicación el martes.
El informe, que concluyó que importantes funcionarios de Estados Unidos promovieron, alentaron y permitieron el uso de la tortura durante la administración del presidente George Bush, contiene detalles sobre ahogamiento simulado, amenazas sexuales y otros polémicos métodos para obtener información y encontró que tales técnicas fueron en gran medida ineficaces y estuvieron mal manejadas.
Méndez dijo que los programas de tortura empeoraron la cuestión del terrorismo y constituyen "un caldo de cultivo para más terrorismo".
"Como país que ha afirmado en público su convicción de que el respeto a la verdad promueve el respeto al Estado de derecho y como país que con frecuencia pide transparencia y rendición de cuentas a otros países, Estados Unidos debe alzarse para cumplir los estándares que ha fijado para sí mismo y para los demás", dijo el relator.