Por Wang Hailin y Ding Gang
Pekín, 28/12/2015(Pueblo en Línea)-El proyecto Cañar y Naranjal es el proyecto de control de inundaciones más grande en la historia de América Latina. Ha sido encargado a la Corporación Internacional de Agua y Electricidad de China. A pie de obra, un equipo del Diario del Pueblo pudo conocer al grupo de expertos chinos, en su mayoría jóvenes nacidos en la década de 1980. Ellos pueden resistir estar lejos de China porque les apasiona su trabajo. Los jóvenes trabajadores chinos han demostrado una gran capacidad a la hora de hacer bien las cosas en el extranjero. Recientemente, el Diario del Pueblo entrevistó – en exclusiva- al Sr. Carlos Bernal, secretario del Agua de Ecuador.
Durante la entrevista, el Sr. Carlos Bernal, el funcionario más joven entre los miembros del gabinete presidencial, manifestó: "He venido desempeñándome en el sector hidráulico durante los últimos seis años, lo cual me ha vinculado muchísimo con el desarrollo de los proyectos, que hoy -gracias a Dios- estamos finalizando. Realmente ha sido una experiencia muy enriquecedora. Tenemos mucha empatía con los jóvenes expertos chinos que trabajan en las compañías chinas que ejecutan los proyectos."
El Secretario del Agua considera que la empresa china tiene una gran cantidad de jóvenes muy preparados, que han demostrado una sólida ejecución, un gran sentido de responsabilidad y gran rigor de trabajo, combinado la experiencia profesional y técnica, condiciones que crean un buen equipo y facilita una excelente colaboración. La combinación de juventud y experiencia, y el desarrollo de las nuevas tecnologías aplicadas al proyecto son las claves del éxito.
A 60 kilómetros al sureste de Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador, se encuentra la desembocadura de los ríos Cañar y Naranjal. En este delta se ubica el proyecto Cañar y Naranjal. El contratista del proyecto es la Corporación Internacional de Agua y Electricidad de China, propiedad de la Corporación China de las Tres Gargantas.
El Sr. Carlos Bernal declaró al Diario del Pueblo que este proyecto es el más grande de los proyectos hidráulicos de Ecuador, y en particular el más grande de los proyectos de control de inundaciones. La obra ayudará a resistir a las inundaciones que ocurren una vez cada 50 años, beneficiando directamente a 1 millón de habitantes de 2 provincias y 4 ciudades, en una superficie de 141.000 hectáreas. Estos proyectos componen el sistema de control de inundaciones de la cuenca baja de Guayas. El desbordamiento de los ríos Cañar y Naranjal han causado muchas pérdidas de vidas humanas, daños a la infraestructura y pérdidas en la producción. Estudios internacionales revelan cifras alarmantes en cuanto a las pérdidas sufridas por el fenómeno de El Niño, que azotó en 1997 y 1998.
Bernal también destacó que la Secretaria del Agua es un ministerio muy importante para Ecuador, que además de emitir regulaciones y normas para el buen uso del agua, también se dedica a realizar megaproyectos y grandes obras de infraestructura en áreas como el riego y el control del agua. El proyecto Cañar y Naranjal es uno de ellos.
Bernal elogió la cooperación entre China y Ecuador, resaltando que el Gobierno de Ecuador ha desarrollado un plan nacional de agua bajo la supervisión del instituto chino Chang Jiang, más conocido como el Instituto Yangtzé, el cual aportó sugerencias estructurales y no estructurales para el Plan Nacional del Agua, que abarca hasta el 2035. Es la primera vez que Ecuador tendrá un plan estratégico y un plan de gestión integral para el manejo de los recursos hídricos, basado en demarcaciones hidrográfica y cuencas hidrográfica. Este plan ubica a Ecuador a la vanguardia de Latinoamérica. “Hemos participado en muchos foros de Naciones Unidas y existen desacuerdos regionales que hay que discutir sobre el manejo de este recurso. Nosotros, como institució rectora de los recursos hídricos, estamos realmente a la vanguardia”, afirmó Bernal. Sin dudas, la experiencia de China en planificación hidrológica ha ofrecido una ayuda muy importante para Ecuador, aseguró el alto funcionario.
En el camino desde Guayaquil a Cañar, se ubica un condado bullicioso llamado Inca. El río Cañar pasa justamente por el pueblo. El delta del Cañar es la base agrícola de Ecuador. Al llegar al lugar, comprobamos la existencia de abundantes sembrados de arroz, caña de azúcar, cacao, así como estanques de camarones. Sun Jianbin, subdirector general del proyecto, afirmó que cada vez que llegua la temporada de lluvias, las casas de maderas se inundan. En 1998 las inundaciones causadas por el El Niño colapsaron por completo la ciudad y la agricultura del país sufrió un duro golpe. Sin embargo, "después de la finalización del proyecto Cañar y Naranjal, la gente no se preocupará jamás por las inundaciones", prometió Sun Jianbin.
Bernal admite que anteriormente, por la carencia de este tipo de infraestructura en Ecuador, un fenómeno meteorológico adverso que impactara durante muchos meses tenía consecuencias muy graves. El gobierno ecuatoriano tiene mucha fé en la efectividad de este proyecto y está muy por la cooperación brindada por China. "Creo que las relaciones bilaterales están en su mejor momento. Personalmente he acompañado al Presidente de la República en la visita oficial que hizo a China en enero del 2015 y nos hemos reunido con el presidente Xi Jinping. Desde aquí aplaudimos toda la cooperación entre los dos países que Xi ha ofrecido".
El diseño preliminar del proyecto Cañar y Naranjal fue ejecutado por una empresa ecuadoriana. Durante el proceso de construcción, los expertos chinos detectaron muchos problemas en cuanto a detalles del programa. Además, los datos geológicos no estaban completos. Por esta razón, la empresa china a cargo del proyecto investigó en el terreno, recopiló datos, recalculó y realizó modificaciones al diseño original. Yang Ning, gerente del proyecto del tramo Naranjal, destacó que todos los preliminares han aumentaron el costo de la construcción, pero también han garantizado la calidad de la obra.
Durante la construcción de la presa de acuerdo con el diseño inicial, el dique se derrumbó varias veces a causa de la fundición en un estuario de 10 metros de profundidad. En este momento, los ingenieros chinos se ofrecieron para llevar a cabo el cálculo de los análisis. La solución propuesta resuelve el problema de la construcción del dique en el terraplén de la playa, acorta el período de construcción, ahorra recursos y obtuvo las felicitaciones del equipo técnico ecuatoriano.
El programa del diseño original de la presa requiere excavación múltiple, lo que se traduce en pérdida de recursos e invasión al medio ambiente. También resulta difícil controlar la precisión de la colocación, lo que aumenta los altos costos de construcción y alarga el período de construcción. A través de una serie de pruebas e investigaciones los ingenieros chinos ofrecieron una solución factible que ha ahorrado casi 40 millones de dólares, permitiendo ampliar el alcance de los proyectos de control de inundaciones y mejorar las normas de los equipos locales. José Lyon, principal supervisor de la presa y la construcción de terraplén, con 40 años de experiencia en tareas de supervisión, expresó su aprecio por la ayuda china. "Estos cambios son realistas, realmente geniales”, manifestó Lyon.
En 42 días, la Corporación Internacional de Agua y Electricidad de China completó la construcción del puente PBC1 de 320 metros de largo y 21 metros de ancho: un nuevo récord en la historia de la construcción de puentes en Ecuador. En 150 días, los expertos chinos completaron la construcción del puente PBC2 de la carretera Panamericana. Este puente tiene 360 metros de largo, 23.56 metros de ancho. La duración prevista era de 480 días. En el 2015, un período de 9 meses se completaron obras por un valor de 150 millones en contratos. "La velocidad china" es muy apreciada por el presidente Rafael Correa.
Gabriel Pino, subdirector de la compañía de supervisión del proyecto Cañar y Naranjal, destacó que este es el proyecto más grande bajo su supervisión y que en todo el proyecto se aplicaron estrictamente las especificaciones técnicas de Ecuador.
Durante el proceso de construcción, China también utilizó por primera vez la topografía aérea, vehículos aéreos no tripulados y otras nuevas tecnologías. El secretario del Agua de Ecuador, Carlos Bernal reconoció la conveniencia del uso de las nuevas tecnologías chinas en Ecuador. También le impresionó la gran profesionalidad y el rigor demostrado por la Corporación Internacional de Agua y Electricidad de China.
El proyecto Cañar y Naranjal de control de inundaciones en las zonas bajas de la provincia de Guayas contribuye directamente a la contratación de 2.000 personas y estimula indirectamente el empleo de casi diez mil personas. Sin embargo, a nivel local no ha sido fácil. Debido a que se desconocían leyes y reglamentos laborales locales. Al principio se encontraron algunos problemas inesperados.
"Los trabajadores necesitan usar sillas ergonómicas, con los guantes agujereados no se puede trabajar, los baños deben estar equipados con papel higiénico y tienen que disponer de jabón y desinfectante para las manos, además está prohibido fumar en la oficina", enumera Wang Jianfeng, gerente general en América del Sur de la empresa de construcción Tres Gargantas. "Un pequeño detalle podía detener el trabajo por unos diez días".
El proyecto Cañar y Naranjal reforzó, desde el primer momento, las pautas administrativas HSE (abreviatura inglés de "salud, seguridad y medio ambiente"). De acuerdo a Zhang Han, subgerente general del proyecto, hasta ahora, durante el total proceso del proyecto no se ha producido ninguna huelga ni problemas de contaminación ambiental.
El departamento del proyecto ha contratado a ingenieros locales de seguridad, ingenieros ambientales, médicos y enfermeras para formar el equipo de dirección HSE. Antes de empezar el proyecto, contrataron a una compañía profesional de medio ambiente a planificar el HSE del proyecto y a impartir formación. Además, establecieron un centro de atención médica y dos puestos de salud. El centro de emergencias está compuesto por profesionales médicos y enfermeras y está equipado con una ambulancia que realiza recorridos periódicos por el perímetro de la obra.
Desde el proyecto de abastecimiento y drenaje de agua en la ciudad Iquitos de Perú, pasando por la construcción de la central hidroelétrica TP de Ecuador hasta el actual proyecto Cañar y Naranjal, todos han mostrado que las compañías chinas han desarrollado América Latina. "Confiamos en las empresas chinas," aseguró Rafael Poveda, ministro coordinador de Sectores Estratégicos de Ecuador. La confianza en su buen desempeño es la carta de presentación para el desarrollo actual de las empresas chinas en Latinoamérica.