A pesar de seis años de recesión y de duras medidas de austeridad, los ciudadanos griegos no han dado la espalda a los migrantes y refugiados varados en el país que no han podido proseguir con su viaje hacia el oeste de Europa por causa de restricciones fronterizas impuestas en la ruta de los Balcanes.
Más de 12.000 personas respondieron al llamado de la organización no gubernamental (ONG) Red de Solidaridad Social hecho el domingo en Atenas para realizar donativos y ayudar a lps refugiados. Una vez más, la compasión prevaleció en este endeudado país.
La Plaza Syntagma, ubicada en el centro de Atenas, se transformó en una enorme bodega abierta en la que se reunieron artículos prioritarios para los refugiados. La respuesta al evento, organizado a través de las redes sociales, fue también una sorpresa para la ONG.
"La respuesta de la gente fue abrumadora. Todo el día llegaron personas con bolsas llenas de cosas. Más de 200 voluntarios estuvieron en la zona para ayudarlas", dijo hoy a Xinhua un voluntario de la red.
Viejos y parejas jóvenes con bebés en carriolas, e incluso personas en sillas de ruedas, llegaron al punto de reunión para hacer su donativo.
Una cadena de voluntarios separó las cosas reunidas, desde bolsas para dormir hasta equipo para lluvia, carriolas y mantas.
La Red de Solidaridad Social hizo una lista detallada en las redes sociales de las necesidades básicas, como gasa y abatelenguas, así como medicamentos básicos, cubiertos desechables y contenedores de alimentos para distribuirlos en dos centros de recepción de refugiados establecidos recientemente en El Pireo y en las instalaciones del antiguo aeropuerto de Atenas en Ellinikon en la costa sur de la capital.
"Grecia, país en quiebra, está mostrando su humanidad, pero ¿en dónde está Europa?" preguntó Katerina de 55 años de edad mientras donaba ropa y mantas.
Dimitris, quien llegó al lugar con un amigo después de ver los mensajes en las redes sociales, donó una bolsa de seis kilos de pasta y arroz.
"Esto es lo menos que podemos hacer por estas personas que han tenido que dejar su país por causa de la guerra y que han tenido que empezar de nuevo poniendo su vida y la de sus hijos en peligro en busca de un futuro mejor. Todos deberíamos tener la oportunidad de un futuro mejor", dijo Dimitris a Xinhua.
Anna Theologitou, de 75 años de edad, donó una pequeña parte de su pensión para ayudar a los refugiados y los necesitados.
"Los griegos son particularmente sensibles al sufrimiento de este frágil grupo porque sabemos por nuestros padres y abuelos lo que significa ser un refugiado", dijo.
"Miles de familias griegas experimentaron este dolor en el pasado. En 1923, los griegos de Asia Menor tuvieron que dejar sus casas y reubicarse en Grecia por causa de la guerra. Y más tarde, varios griegos emigraron a Alemania, América o Australia en busca de un empleo y de un futuro mejor para sus familias", explicó la mujer unas horas antes de la cumbre UE- Turquía en Bruselas que decidirá el destino de miles de refugiados y migrantes.
Grecia ha estado sometida a una creciente presión en los últimos meses para frenar la afluencia de personas procedentes de Turquía y para manejar además al otro asunto delicado: su crisis de deuda.
Más de 30.000 personas han estado varadas en Grecia en las últimas tres semanas, de acuerdo con cálculos oficiales del gobierno griego.
Más de 14.000 están esperando entrar a la ex República Yugoslava de Macedonia (ERYM) en el cruce fronterizo de Idomeni, 3.500 refugiados se encuentran en las terminales portuarias de El Pireo y otros 15.000 se encuentran en diversas instalaciones de recepción toda Grecia.
Por otra parte, la afluencia de personas de Turquía a las islas griegas es de cerca de 1.000 diarias, de acuerdo con los datos más recientes de la guardia costera griega.
Mientras el gobierno intensifica esfuerzos para encontrar alojamiento para los refugiados, el viceministro de Migración de Grecia, Yannis Mouzalas, predijo que el número de personas varadas en Grecia podría superar los 70.000 para abril.