BEIJING, 28 mar (Xinhua) -- Con una histórica visita de Estado a la República Checa, el presidente Xi Jinping no solo se convierte en el primer jefe de Estado chino en visitar el país europeo en los últimos 67 años, sino que también da nuevo ímpetu a las relaciones bilaterales.
Los lazos entre ambas partes, apodados por algunos internautas chinos como "amistad Panda-Krtek (personaje animado checo)", se han desarrollado con rapidez en los últimos años.
En este sentido, China es el mayor socio comercial de la República Checa fuera de la Unión Europea y el país europeo ha sido el segundo socio comercial de China en Europa Central y Oriental (ECO) durante muchos años consecutivos.
En el terreno político, Xi y su homólogo checo, Milos Zeman, se han reunido cuatro veces en dos años.
A finales de 2015, ambos gobiernos firmaron un memorándum de entendimiento para promover conjuntamente la iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, lo que aumenta las perspectivas de intercambio y cooperación bilaterales en todos los campos.
En medio de este impulso y buenas señales, la visita de Xi se fija llevar miles de millones de dólares a los sectores nuclear, bancario y de investigación científico-tecnológica de la República Checa, lo que significa la creación de más trabajos y mayor vigor y vitalidad socioeconómicos para una economía basada en la manufactura.
Además de la inversión, la visita de Xi también ayudará a atraer a más turistas chinos al país europeo, cuyo número llegó a 300.000 en 2015, convirtiéndo este sector en el centro del desarrollo de los lazos entre los dos países.
Además, también proporcionará un diseño al máximo nivel para coordinar las estrategias de desarrollo que ambas naciones persiguen, y aprovechar el potencial de cooperación bilateral de mejor forma, con el fin de preparar el terreno para lanzar más proyectos de cooperación para un mayor beneficio.
La actual armonía entre China y República Checa nace de la arraigada amistad, la buena voluntad política y el apoyo popular, algo que también sirve como base sólida para las relaciones entre China y Europa Central y Oriental (ECO), por un lado, y entre China y la UE, por el otro.
Desde la primera reunión de líderes en Varsovia en 2012, China y 16 países de ECO han logrado un gran avance a la hora de promover la cooperación en beneficio mutuo.
La República Checa ha apoyado y ha participado de manera activa en esa colaboración, demostrando su importante papel al encabezar una cooperación saludable y también en los niveles subnacionales.
Dado ese destacado rol, una relación más cálida y fructífera entre Beijing y Praga tendrá un gran efecto en la cooperación China-ECO, con más países deseosos de compartir los dividendos de desarrollo chino en favor de la prosperidad común.
En cuanto a la UE, que está luchando con una frágil recuperación económica y una crisis sin precedentes de refugiados, una ECO próspera y estable será un catalizador para su cohesión, ya que la mayoría de esos países tienen un desarrollo económico muy lento y poca experiencia en el desarrollo, por lo que necesitan inversiones para promover su crecimiento económico.
En este contexto, la participación de China en el desarrollo de los ECO, con la visita de Xi como nuevo ímpetu, supondrá un impulso y no un problema para todo el continente. De hecho, la integración europea nunca ha sido un problema para Beijing, que ha reiterado su apoyo a una UE unida.
Como sugirió Xi en un artículo publicado el sábado en el diario checo "Pravo Daily", China y la UE deben fortalecer su cooperación para un mejor futuro y trabajar en favor de un nuevo progreso en su asociación estratégica integral. Por lo tanto, la visita de Xi será un paso sincero y bien acogido en la dirección correcta.