Brasil perdió 23.565 camas en la red pública de salud entre 2010 y 2015, lo que significó 0,7 por ciento del total, según un informe divulgado hoy por el Consejo Federal de Medicina (CFM).
La entidad consideró estos datos como "alarmantes", luego de que el país sudamericano pasó de tener 335.382 camas en la red de salud pública a 311.917 en el período de referencia.
Las unidades de psiquiatría, obstetricia, pediatría, cirugía general y cuidados intensivos fueron las que más camas perdieron.
El estado de Río de Janeiro (sureste) fue el que más camas perdió entre 2010 y 2015, al representar 22 por ciento del total, mientras que por el contrario siete de los 27 estados del país registraron un aumento en el número de camas hospitalarias en el mismo lapso.
El CFM consideró que la insuficiencia de camas es uno de los factores que aumenta el tiempo de permanencia de pacientes en áreas de emergencia, con lo que acaban internados en puntos de socorro de primer grado a la espera de ser encaminados a la unidad respectiva.
De acuerdo con el CFM, lo anterior provoca hacinamiento de pacientes, atraso en el diagnóstico y dilación en el tratamiento, lo que a su vez aumenta la tasa de mortalidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) no tienen sin embargo una tasa ideal del número de camas por habitante.
Según la OMS, en 2012 la nación sudamericana tuvo 2,3 camas hospitalarias (públicas y privadas) para cada 1.000 habitantes, tasa similar a la media en el continente americano pero inferior al promedio mundial (2,7 por ciento).
El estudio apuntó que el número de camas para operaciones generales pasó de 41.470 a 38.503, mientras que en el área de psiquiatría bajaron de 38.713 a 27.912 en el período de referencia, lo que significó una disminución de 27,9 por ciento.
El CFM divulgó previamente un estudio en el que apuntaba una desactivación de 42.000 camas entre 2005 y 2012, que según el Ministerio de Salud obedeció a la tendencia mundial ante avances en equipamiento y medicamentos que evitan el internamiento.