El volcán Turrialba es el más activo de Costa Rica y ha entrado en un ciclo en que acumula y libera presión, lo que hace sus erupciones más explosivas y peligrosas que si se diera una simple salida de magma.
Este es el criterio del vulcanólogo Gino González, experto del Instituto de Investigaciones en Ciencias Geológicas de la estatal Unviersidad de Costa Rica (UCR) y uno de los profesionales que ha seguido con más atención la actividad de este volcán ubicado a unos 70 kilómetros al este de San José.
En entrevista con Xinhua, el vulcanólogo comentó que la erupción de este martes presentó una "columna eruptiva" de hasta 4 kilómetros sobre el cráter del volcán, con mucha emanación de ceniza, material grueso (rocas) y material incandecente.
"Estamos hablando de un fundido rico en sílice, rico en minerales y gases que sale expulsado en pequeñas fracciones, estamos hablando de un 15 por ciento, y por eso tenemos una erupción tan fuerte como la ocurrida ayer", comentó González.
González indicó que los eventos del Turrialba liberan mucha energía, por lo que son más explosivos y liberan una gran cantidad de ceniza y gases, como claro indicio de que existe mucha presión en el volcán.
"Las erupciones de Hawai tienen alta energía termica, las del Turrialba son explosivas, tienen mucho gas, entonces a la hora de expandirse hace que se genere mucha ceniza por la presión", indicó.
Según el experto, en el caso del Turrialba el magma se va liberando en pequeñas cantidades o "bolsitas", que van acompañadas de la ceniza que se ha extendido por el Valle Central de Costa Rica, donde se ubican San José y las ciudades principales del país.
Además, explicó que Costa Rica tiene al menos siete volcanes activos de los cuales el de mayor actividad es el Turrialba. Este país centroamericano es rico en volcanes gracias a la subducción de la placa océanica de Coco por debajo de la placa continental de Caribe, lo que presiona el magma a salir por las fracturas del continente y esto es lo que se conoce como volcanes.
González indicó además que el Turrialba tiene un registro de muchas erupciones, la mayor de ellas registrada hace unos 4.000 años, aunque entre 1864 y 1866 también se reportaron erupciones con gran cantidad de ceniza, que inclusive alcanzó la costa del Pacífico costarricense.
Sobre los peligros de este volcán activo, González explicó que el riesgo por la caída de rocas grandes se circunscribea un radio de dos kilómetros alrededor, mientras que rocas más pequeñas de entre 64 y 2 milímetros de grosor podrían alcanzar hasta 5 kilómetros; por lo que el riesgo para ciudades como San José se limita a la caída de la ceniza.
González asegura que el Turrialba cumple un patrón de actividad intensa que luego cesa, acumula presión, y nuevamente libera la energía en forma de explosivas erupciones como las de los últimos días.