La Sociedad de Derecho de China publicó hoy una declaración respecto al arbitraje sobre el Mar Meridional de China promovido por Filipinas. El siguiente es el texto completo de la versión en inglés de la declaración.
Respecto al inicio unilateral del arbitraje sobre el Mar Meridional de China por parte de Filipinas y a la decisión arbitraria de la Corte de Arbitraje de atender el caso de arbitraje sin considerar hechos básicos, los principios de justicia y el Estado de derecho, por este medio la Sociedad de Derecho de China hace la siguiente declaración en nombre de la comunidad legal china.
La Sociedad de Derecho de China se mantiene firme en la posición congruente del Gobierno de China de no aceptar, participar, o reconocer el caso antes mencionado. No importa si se juzga con base en el propósito, los principios y disposiciones estipulados en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Unclos), o en los principios básicos del derecho reconocido en general por la comunidad internacional, o en hechos históricos básicos, sería del todo ilegal e inválido que Filipinas inicie de manera unilateral el arbitraje y que la Corte de Arbitraje continúe con los procedimientos correspondientes.
La Corte de Arbitraje abusó de su autoridad y expandió deliberadamente el ámbito de su jurisdicción. El procedimiento de arbitraje de Unclos no es aplicable a las disputas entre China y Filipinas en el Mar Meridional de China. Los dos países acordaron resolver sus disputas a través de negociaciones y consultas y, por lo tanto, se excluye cualquier procedimiento de terceras partes.
Los alegatos de Filipinas no encuadran en la interpretación y la aplicación de Unclos y en esencia están relacionados con la soberanía territorial y la delimitación marítima.
Además, la declaración del Gobierno de China en el año 2006 sobre la excepción opcional, excluyó explícitamente las disputas relacionadas con delimitación marítima, bahías históricas o títulos, así como con actividades militares y de aplicación de la ley, de los procedimientos de solución de disputa de Unclos. Sin embargo, la Corte de Arbitraje decidió ignorar esto.
Al hacerlo, la Corte de Arbitraje se ha desviado notablemente de los principios básicos establecidos por Unclos, que pretenden lograr un orden marítimo legal con base en el respeto a la soberanía de los Estados Parte.
La corte hace caso omiso de la soberanía de China y de sus derechos soberanos en el Mar Meridional de China, y menciona muy superficialmente que Filipinas no ha cumplido sus obligaciones legales de sostener consultas bilaterales antes de iniciar el procedimiento de arbitraje, actuando en contra del espíritu de Unclos de resolver las disputas marítimas a través del entendimiento y la cooperación. La Corte también incumplió los principios de imparcialidad y justicia al aplicar estándares dobles a las posiciones de Filipinas y China.
La larga historia de desarrollo, administración y jurisdicción de China en el Mar Meridional de China ha sido reconocida ampliamente por países vecinos, lo cual ha ganado el estatus de ley internacional consuetudinaria.
Como parte del orden legal internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial (IIGM), sustentado en instrumentos legales internacionales como la Declaración de El Cairo y la Proclamación Potsdam, China reanudó el ejercicio de su soberanía y restauró sus derechos legales sobre las islas y arrecifes, así como de las aguas del Mar Meridional de China, lo cual ha contribuido a mantener ese orden legal en la región del Mar Meridional de China.
La Corte de Arbitraje fracturó intencionalmente la conexión intrínseca entre el orden legal internacional marítimo y el orden legal internacional en general, lo cual constituye una regresión del Estado de derecho internacional.
La aceptación de la Corte de Arbitraje menosprecia por completo el deseo general entre los países involucrados en la región del Mar Meridional de China de resolver las disputas a través del diálogo, y el proceso de solución pacífica de disputas como lo establece la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China (DC).
Por otra parte, también desafía el esfuerzo que China y otros países relacionados han hecho y el consenso que han alcanzado para solucionar disputas en el Mar Meridional de China. La aceptación, en vez de contribuir de alguna manera a la solución de la disputa, solamente complicará más las disputas, y dañará la paz y la estabilidad en el Mar Meridional de China.
Los actos de Filipinas y de la Corte de Arbitraje, en nuestra opinión, han incentivado el intento de algunos círculos de crear tensiones en el Mar Meridional de China y socavar la tendencia de desarrollo pacífico en esta región. El arbitraje es una farsa política en nombre de la ley. La comunidad jurídica china lamenta profundamente esto.
Exhortamos a la comunidad internacional a que reconozca la naturaleza ilegal y dañina del arbitraje, y exhortamos a los países correspondientes a que regresen al camino correcto de resolver las disputas a través del diálogo de acuerdo con los principios del derecho internacional.