Ingresa en prisión mexicana narcotraficante "Güero Palma" tras ser deportado de EEUU

Actualizado a las 16/06/2016 - 15:20

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El capo del narcotráfico Héctor Palma Salazar, "el Güero Palma", ingresó este miércoles en una prisión de México tras ser deportado horas antes desde Estados Unidos, y ahora hará frente a cargos por dos homicidios cometidos en el estado occidental de Nayarit, informó el Gobierno federal.

Policías federales transportaron al precursor del Cártel de Sinaloa a la prisión federal de máxima seguridad del Altiplano después de que llegase al aeropuerto de la Ciudad de México hacia las 21:00 horas locales, en un vuelo proveniente del norteño estado de Tamaulipas.

En un comunicado, la Procuraduría General de la República (PGR) indicó que la aprehensión se llevó a cabo a petición de la Fiscalía General de Nayarit, que tiene cargos en su contra por dos homicidios.

La PGR añadió que Palma Salazar, compadre y socio del capo Joaquín "El Chapo" Guzmán, enfrentará la imputación en su contra interno en la prisión federal situada en el central estado de México.

Su nueva aprehensión, sostuvo la PGR, se realizó "con estricto apego a derecho y pleno respeto a los derechos humanos", pero no precisó la fecha en que ocurrieron los hechos que se le imputan o mayores datos al respecto.

Por la tarde, Estados Unidos había deportado al narcotraficante a México después de que el 10 de junio saliese libre de la prisión de Atwater, en el norte de California, tras cumplir el 85 por ciento de una condena de 16 años impuesta por una corte federal por contrabando de 50 kilos de cocaína.

Palma Salazar permaneció preso en Estados Unidos desde enero de 2007, cuando el Gobierno mexicano lo extraditó para que fuera enjuiciado por una corte federal de California.

La justicia estadounidense tomó como parte de su condena los cinco años que estuvo interno en una cárcel federal mexicana en espera de que se resolviera su proceso de extradición, por lo que en total pagó unos 14 años de su pena.

Para cuando el Gobierno lo extraditó, el capo ya no tenía cargos federales pendientes en México porque había cumplido una condena de siete años por posesión de cocaína, la única sentencia que la fiscalía federal logró en su contra desde su detención en 1995.