RIO DE JANEIRO, 17 jun (Xinhua) -- El estado de Río de Janeiro, en el sureste de Brasil, decretó hoy el estado de calamidad pública debido a la grave crisis financiera por la que atraviesa, cuando falta poco más de un mes y medio para el inicio de los Juegos Olímpicos.
El gobernador interino de Río de Janeiro, Francisco Dornelles, publicó el estado de calamidad pública en el "Diario Oficial", debido a la "grave crisis financiera" que impide al gobierno cumplir con sus funciones.
El gobierno regional teme que se produzca un "total colapso en la seguridad púbica, en la salud, en la educación, en la movilidad y en la gestión ambiental", debido a la realización de los Juegos Olímpicos en la capital regional, Río de Janeiro, programados del 5 al 21 de agosto.
"Quedan las autoridades competentes autorizadas a adoptar medidas excepcionales necesarias a la racionalización de todos los servicios públicos esenciales, con vistas a la realización de los juegos", agregó el gobierno del estado en un comunicado.
El gobernador justificó su decisión por la crisis que atribuyó al descenso del precio del petróleo, a la caída en la recaudación de impuestos y a los esfuerzos de "reprogramación financiera" para ajustar las cuentas, ante las dificultades para honrar compromisos con los Juegos Olímpicos.
Esos compromisos incluyen las dificultades para prestar servicios públicos esenciales y atender la llegada de las delegaciones olímpicas para la cita deportiva.
Dornelles alegó la "importancia y repercusión mundial" del evento, "donde cualquier desestabilización institucional implicará un riesgo en la imagen del país y difícil recuperación".
El estado de Río de Janeiro, el más turístico de Brasil, se ha visto afectado por la crisis económica de Brasil y por la caída de los precios del petróleo, su principal fuente de ingresos, con lo cual el gobierno se ha quedado sin liquidez para hacer frente a sus compromisos con miles de funcionarios públicos, proveedores y pensionados.
Desde hace meses se han registrado en el estado constantes huelgas y protestas de profesores, policías y personal médico, debido a que no reciben de manera regular el pago de sus salarios.