La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a Brasil como zona libre de sarampión, después de que no se detectó ningún caso de la enfermedad durante el último año en el país.
La eliminación del sarampión es fruto de los trabajos para erradicar la enfermedad en los últimos años, según informes del organismo citados hoy por la prensa local.
De 1985 a 2000 no se registraron casos autóctonos, aunque en marzo de 2013 se detectó un brote en los estados de Pernambuco y Ceará, ambos en la región noreste del país, los cuales se mantuvieron en 2014 y 2015, explicó la presidenta del Comité Internacional de Evaluación y Documentación de la Eliminación del Sarampión, Merceline Dalh-Regis.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS colaboraron en la extinción de la enfermedad con 1,2 millones de reales (unos 335.000 dólares), recursos que se destinaron al control del sarampión y la contratación de 165 enfermeros y auxiliares de enfermería.
"Sin duda es un avance y una prueba inequívoca de lo que las inmunizaciones son capaces de hacer. Erradicamos la viruela, la polio, la rubéola, el sarampión y avanzamos en el control de varias otras enfermedades", explicó el vicepresidente de la Sociedad Brasileña de Inmunizaciones (SBIM), Renato Kfouri.
En los próximos meses, la OMS emitirá el certificado de eliminación del sarampión en Brasil.
El sarampión se transmite oralmente, con fluidos nasales y orales y afecta principalmente a menores de edad.
Se esparce rápidamente por el aire con tos o estornudos y los primeros síntomas aparecen después de unos 10 días, con manchas rojas en la piel.
El sarampión no tiene un tratamiento específico y los pacientes tardan unas tres semanas en recuperarse.
En menores de edad desnutridos puede causar la muerte o neumonía, encefalitis o ceguera.