La primera final por aparatos de gimnasia artística este domingo -la prueba de suelo masculina- dejó literalmente en llanto a los brasileños presentes.
El llanto se vio en las gradas, en la cancha, en la tribuna de prensa y seguramente, entre aquellos que asistieron por la televisión a la conquista de la plata y del bronce por sus compatriotas Diego Hypolito y Arthur Mariano Nory.
Las lágrimas eran de felicidad, para festejar una dolorosa historia de superación del veterano gimnasta Diego Hypolito, quien a los 30 años, tras dos fracasos olímpicos y desacreditado por muchas personas, se colgó la plata.
"Llegué a Beijing (2008) como el gran favorito y caí sentado, en Londres caí de cara en el piso durante las eliminatorias, ahora me quedé en pie", resumió Hypolito en entrevista a la red televisiva Globo.
"Quiero decir a todos los brasileños que no desistan nunca de sus sueños", agregó emocionado el atleta que llegó a pensar en dejar al deporte tras las derrotas y que ha sufrido una grave depresión el año anterior.
Segundo en presentarse el sábado, Hypolito logró una puntuación de 15.533 unidades, y se quedó muy nervioso durante las presentaciones siguientes. Solamente el británico Max Whitlock, quien recibió 15.633 puntos y a lo postre el oro, pudo superar al brasileño.
A los 22 años de edad, Nory, a su vez, logró el bronce olímpico en su primera participación en unos Juegos Olímpicos, gracias a una regla de la competencia que sólo permite dos atletas por país, lo que forzó a Japón a sacar a uno de los suyos y el gimnasta brasileño era el siguiente de la nómina.