Tribunal de China sentencia a tres personas por alterar orden social

Actualizado a las 27/09/2016 - 09:50

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Tres individuos que organizaron huelgas en el sur de China fueron hallados culpables hoy de alterar la paz y recibieron condenas suspendidas de entre 18 meses y tres años de cárcel en un tribunal en Guangzhou, capital de la provincia china sureña de Guangdong.

Zeng Feiyang fue condenado a cuatro años de cárcel suspendidos, de los cuales tendrá que pasar tres en prisión si tiene problemas con la ley en el período de cuatro años. Tang Huanxing y Zhu Xiaomei recibieron cada uno sentencias suspendidas de 18 meses a dos años. Todos ellos trabajaban en un centro de apoyo para trabajadores migrantes, fundado por Zeng y que fue cerrado por la autoridad de industria y comercio.

"Los acusados ignoraron las leyes y organizaron mítines masivos que alteraron el orden social. Sus actos, de naturaleza grave, provocaron la suspensión en la producción de empresas y generaron graves pérdidas", señala un comunicado emitido por el Tribunal Popular del distrito Panyu.

El tribunal indicó que Zeng encabezó el centro y su trabajo, y manipuló a sus subalternos. Tang era responsable de la publicidad en línea del centro, y Zhu estaba encargado del manejo de los trabajadores migrantes.

Los tres se declararon culpables y optaron por no apelar.

En su declaración durante el juicio, Zeng admitió haber recibido financiamiento y entrenamiento de "algunas organizaciones extranjeras hostiles a China, y haber organizado a los trabajadores para recurrir a medios extremos para salvaguardar sus intereses y de exagerar la proporción de las cosas para generar mayores consecuencias".

El tribunal indicó que los tres confesaron sus delitos después de haber sido arrestados, todos se declararon culpables y mostraron arrepentimiento, por lo que se redujeron sus condenas.

Zeng dijo que con sus acciones buscaba "exagerar los eventos y crear influencia".

Zeng añadió que recibió enormes sumas de dinero de organizaciones del extranjero y que fue capacitado para ser "la estrella del movimiento laboral".

"Mis deseos egoístas fueron excesivos y no me arrepentí incluso después del cierre del 'centro", dijo.

Zeng admitió que su comportamiento causó enorme daño a la empresa, violó la ley y fue utilizado por organizaciones extranjeras como una herramienta para alterar el orden en China.

Zeng se disculpó por las pérdidas causadas por sus delitos.

"Espero que los demás tomen mi caso como una lección y no se vinculen con tales organizaciones", dijo Zeng, quien pidió a los trabajadores proteger sus derechos a través de medios y vías legales.

En su declaración final en el tribunal, Tang agradeció a la policía y al personal judicial.

"Zeng me alentó a unirme al 'centro' y participé en la organización de los eventos bajo las instrucciones de Zeng", añadió.

Tang dijo que recibió la tarea de dar a conocer la agenda para incitar a los trabajadores a no aceptar los términos de la compañía.

Zhu indicó en su declaración que era una empleada común y corriente de la empresa y que conoció a Zeng durante un evento de protección de los derechos humanos antes de unirse al 'centro'. Zhu fue enviada al extranjero para recibir cursos y participó en la organización de actividades.

De acuerdo con una declaración del tribunal, durante el juicio las dos partes expresaron sus puntos de vista sobre los hechos y sobre la condena para los acusados.