El objetivo de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel es "atraer inversión extranjera", para lo cual ya cuentan con la participación de 23 usuarios y esperan que este año se pueda cumplir "el propósito" de que alguna empresa china se haga presente en este proyecto, que es el nuevo motor que impulsa la economía cubana.
El ingeniero Oscar Pérez Oliva, director de evaluación de negocios de la ZEDM, aseguró en entrevista exclusiva con Xinhua que la zona nació con "el objetivo de crear un espacio propicio, a través de políticas y regímenes especiales, para atraer una inversión extranjera y nacional que propicie la generación de bienes y servicios de valor agregado".
Añadió que ya son 23 los usuarios establecidos en la ZEDM, un territorio ubicado al oeste de La Habana, de 465,4 kilómetros cuadrados, y que es considerado como el principal proyecto económico de Cuba de las últimas décadas.
De esas 23 empresas, 13 son de capital totalmente extranjero, cuatro de capital cubano, cinco mixtas y una es una asociación económica internacional. Las compañías provienen de Brasil, México, España, Francia, Portugal, Bélgica, Holanda, Vietnam y Corea del Sur.
El funcionario subrayó que de esos 23 proyectos, ocho ya han comenzado sus operaciones, ya sea en la fase constructiva de sus instalaciones, produciendo determinados bienes o prestando los servicios previstos.
Asimismo, precisó que el monto de inversión de los 23 proyectos aprobados hasta el momento supera los 960 millones de dólares, los cuales cuando estén a plena capacidad permitirán la generación de más de 4.000 empleos directos, además de un número importante de trabajos indirectos.
Al mismo tiempo, aclaró que se trabaja intensamente en una treintena de nuevos planes, con el propósito de que durante el presente año la mayor parte de los inversionistas que los presentaron puedan establecerse como usuarios.
Entre los sectores que están presentes en la ZEDM, en correspondencia con las industrias pilares identificadas por el gobierno cubano para el desarrollo del país, están los servicios logísticos, la rama biotecnológica y la farmacéutica.
Entre otros sectores se encuentran también los procesos productivos de tecnología avanzada para la producción industrial de materiales y tecnologías de la construcción, alimentos, energía renovable, envases y embalajes, aseo y electrónica entre otros.
"Nuestro interés es atraer tecnologías limpias y de punta que, atendiendo a la alta calificación de la fuerza de trabajo cubana, puede ser asimilada muy rápidamente por los trabajadores y contribuir a elevar los niveles de productividad y eficiencia que estamos tratando de establecer en la Zona", detalló Pérez Oliva.
Asimismo, explicó que las características de la zona de Mariel son distintas a las zonas francas en otros países de la región y que por lo pronto las operaciones de los ocho usuarios en funcionamiento están dirigidas al mercado interno.
No obstante, acotó, algunos de ellos prevén realizar ventas de sus productos y servicios al exterior en una etapa posterior.
El director de evaluación de negocios de la Zona agregó que la terminal de contenedores de Mariel ya se consolida como una plaza de inversión, al brindarle a los empresarios conectividad multimodal y un equipo portuario de última tecnología, con equipos de las compañías Shanghai Zhenhua Heavy Industry Co., Ltd. (ZPMC) y Huawei, los grandes aportes de China a la ZEDM.
Sin embargo, para Pérez Oliva, existe una deuda pendiente por saldar con la nación asiática.
"Lamentablemente hasta el momento no contamos con ningún inversionista chino presente en la Zona como usuario. Aunque sí existen empresas interesadas con las que estamos trabajando en diferentes proyectos y esperamos que este año se pueda cumplir el propósito de que alguna empresa china esté presente en nuestra Zona", apuntó.
Esta situación se debe, reconoció el directivo, a que corresponde a Cuba generar mayor confianza entre el empresariado chino para que se familiaricen con las normas de funcionamiento de la ZEDM.
En tal sentido, comentó que funcionarios de Mariel han realizado visitas de promoción a China para reunirse con representantes de distintas compañías y en conjunto valorar la posibilidad de establecer una empresa asiática en la Zona, en la modalidad de capital 100 por ciento extranjero o mixto.
Así "hemos logrado ir esclareciendo nuestras condiciones, explicándoles, acercando posiciones, promoviendo la verdad y esperamos que más temprano que tarde se puedan ver esos resultados", opinó Pérez Oliva.
Dentro de las empresas ya establecidas, y las que se prevé comiencen a llegar, juega un papel fundamental la inversión extranjera directa, aunque en este caso las máximas autoridades de la isla han insistido en que ello no implica la privatización de la propiedad estatal ni hacer concesiones ilimitadas a las leyes del mercado capitalista.
De esto son conscientes y lo aceptan los 21 empresarios foráneos que se encuentran laborando ya en Mariel, conformados por representantes de las 13 compañías con un capital 100 por cien extranjero, las cinco mixtas y la asociación económica internacional.
"Nosotros llevamos desde 2008 funcionando en Cuba, en primera instancia exportando y luego con una fábrica compartida, por lo que crear la empresa mixta fue un paso natural en un momento donde ha aumentado la demanda de todo tipo de construcción y estar posicionados aquí es una apuesta inteligente", comentó a Xinhua Ramón Secades.
Para el representante en la isla de la empresa española-cubana Tecnologías Constructivas S.A., la Zona constituye una plataforma que les permitió acelerar todos los trámites legales para aprovechar las ventajas competitivas existentes en la actualidad, ante el escenario de expansión que vive hoy día la economía caribeña.
Estas facilidades impulsaron también a Unilever, de los Países Bajos, una de las compañías productoras de artículos de aseo y limpieza más reconocidas a nivel mundial, a asociarse a la local Suchel S.A para conformar una empresa mixta tras 18 años de Asociación Económica Internacional.
La decisión respondió a que, según Luis Montaño, gerente de Unilever en Cuba, se abre el diapasón para penetrar al mercado cubano, que cuenta con más de 11 millones de potenciales consumidores y además expandirse hacia otros nichos cercanos.
"La gran ventaja es la Zona en sí por su estructura, pues las distintas instancias acompañan al inversionista durante todo el proceso desde la planificación hasta la ejecución del proyecto. Eso representa un respaldo continuo que como inversionista te da la seguridad de que estás siguiendo el camino correcto para que prospere" la empresa, aseguró Montaño.