Corea del Sur y su flamante presidente, ante un nuevo comienzo gracias al impulso del poder popular

Actualizado a las 10/05/2017 - 16:54

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Por Yoo Seungki

SEUL, 10 may (Xinhua) -- Corea del Sur acaba de emprender un nuevo comienzo con la elección este miércoles de Moon Jae-in, del progresista Partido Minjoo, como nuevo presidente del país, tras la destitución de su predecesora, Park Geun-hye, gracias a la presión popular.

Durante el proceso de destitución, liderado por la ciudadanía, la gente común gritó cada sábado desde octubre de 2016 reclamando igualdad y justicia, con velas en sus manos.

La actividad de la gente despertó una conciencia política entre el público general, desde los estudiantes de instituto, los oficinistas y las amas de casa hasta los ancianos.

La Administración de Moon, prevén los analistas, recibirá el impulso de la gente común, que se ha percatado de la importancia de su participación en la política.

A pesar de los numerosos retos a los que se enfrenta el nuevo líder surcoreano, sus seguidores, concienciados políticamente, le ayudarán a impulsar las reformas en el conjunto de la sociedad.

"La paciencia política entre el público general ha aumentado. Es una parte positiva del escándalo de tráfico de influencias (y las consiguientes manifestaciones con velas)", expuso Seo Bok Kyung, del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Sogang.

Seo argumentó que la gente se ha dado cuenta de que solo con el cambio de presidente no es posible reformar el país y solucionar todos problemas que aparecen en múltiples sectores.

Paradójicamente, señaló, las expectativas de que Moon sea capaz de reformar el país de manera drástica a corto plazo se han rebajado.

Este despertamiento podría ayudar a la gente a ser paciente con respecto a la gestión del nuevo mandatario de los asuntos de Estado.

Bajo la presidencia del fallecido Roh Moo-hyun, también liberal, y para quién Moon ejerció de jefe de gabinete, el entonces presidente intentó planes reformistas en una amplia gama de temas, pero fracasó al llevarlos adelante ante la oposición de las élites empresariales, políticas y mediáticas.

Roh se enfrentó contra un proceso de destitución durante sus cinco años de mandato (2003-2008), pero este no salió adelante gracias al apoyo popular en las calles contra lo que se consideró un complot político.

De los 300 escaños de la Asamblea Nacional, el partido de Moon cuenta con 120, mientras que el Partido de la Libertad de Corea, de la expresidenta Park logró 107. Los centristas del Partido Popular disponen de 40 asientos, por 20 del conservador Partido Recto y seis del liberal Partido de la Justicia.