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ANALISIS: Chile apuesta por el desarrollo económico de la mano de Piñera

SANTIAGO, 17 dic (Xinhua) -- Chile apostó hoy por la estabilidad y el crecimiento económico que enarbolaba el programa electoral de Sebastián Piñera, al elegir al candidato de derecha como nuevo presidente del país con más del 54 por ciento del apoyo.

El retorno al poder de Piñera, que ya dirigió el palacio presidencial de La Moneda entre 2010 y 2014, indica que los chilenos han decidido lanzarse a potenciar la economía y la seguridad ciudadana en vez de profundizar con el candidato de centroizquierda, Alejandro Guillier, las medidas sociales que ha sacado adelante la actual presidenta, Michelle Bachelet.

El resultado supone una sorpresa, no por el hecho de que haya vencido Piñera, sino por la distancia que le sacó a Guillier en unas elecciones en la que los sondeos previos señalaban un empate técnico entre ambas opciones.

Máxime cuando en la primera ronda las encuestas habían pronosticado que Piñera tenía incluso posibilidades de tener la mayoría absoluta, mientras que al final se tuvo que conformar con un 36 por ciento del apoyo.

"Es difícil de explicar", afirma a Xinhua el experto del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile Alejandro Olivares.

"Parece que en la primera vuelta, el electorado de Piñera no se movilizó suponiendo que la elección estaba ganada. Luego vieron el resultado y por eso sí que acudieron a las urnas hoy. Se permitió pensar que la derecha estaba en su techo y hoy hemos visto que no lo estaba", explica Olivares.

De hecho, el candidato de Chile vamos ganó en 13 de las 15 regiones que tiene Chile, incluida Antofagasta, por la que se presentaba Guillier.

Además, Olivares destaca que el tablero político de Chile sufrió cambios sustanciales con el surgimiento del izquierdista Frente Amplio (FA) en la primera ronda, donde recaudó el 20 por ciento del apoyo y puso en jaque la supremacía oficialista.

"Es un momento de cambio de ciclo político en Chile, donde hay mucha disputa entre tres grandes coaliciones que no necesariamente dialogan entre ellas. La Nueva Mayoría (izquierda tradicional que encabeza Bachelet y apoyó a Guillier) tuvo grandes problemas de cohesión y encima aparece una tercera fuerza muy crítica, como el Frente Amplio", señala.

Esta división de la izquierda le resta fuerza, según Olivares, y le brinda más posibilidades a la derecha.

"El Frente Amplio es muy crítico con la Nueva Mayoría y la Concertación (gobiernos de coaliciones de izquierda que dirigieron Chile en los primeros años tras el fin de la dictadura militar de Augusto Pinochet) porque quiere cambios radicales. Ahora el FA no se movilizó, se restó porque es más fácil ser la oposición de Piñera que de Guillier", afirma.

Las elecciones ponen en claro que el candidato de centroizquierda no ha sabido arrastrar los votos de las otras opciones de la izquierda, jugada por la que pasaban sus aspiraciones para llegar a La Moneda.

Olivares incide en que el hecho de que el aspirante de centroizquierda se presentase como continuador de Bachelet tampoco le ha ayudado en esta segunda ronda.

"Hubo mucha gente descontenta con la actual presidenta e intuyo que la jugada de Guillier en este sentido no ha funcionado", comenta.

La elección de Piñera supone dejar atrás esta tendencia a priorizar los asuntos sociales (como la ley para despenalizar el aborto en tres causas o el matrimonio igualitario) para convertir al desarrollo económico en la piedra sobre la que se levante la agenda política chilena.

El ya presidente electo propone reducir la carga impositiva de las empresas para fomentar la inversión, ligeramente ralentizada durante el gobierno de Bachelet.

También aboga por reducir y simplificar la carga administrativa de la reforma tributaria, además de otorgar mayor seguridad jurídica a empresas y personas.

Además, se presume que Piñera inspira más estabilidad a los inversores extranjeros, por lo que a priori las apuestas por Chile de grandes empresas de fuera del país crecerán.

Sin embargo, el experto Olivares recalca que una de las mayores dificultades que encara el nuevo mandatario es gobernar con un Congreso en el que nadie tiene la mayoría.

"Sebastián Piñera no tiene los votos para promover reformas pro-mercado tan grandes. Se encontrará además con una fuerte oposición en lógica de temas más sociales. Se podría decir que habrá una suerte de ajuste de expectativas: la sociedad chilena quiere equilibro entre lo social y lo económico", indica.

También se intuye que las promesas de calles más seguras y reducción de la delincuencia, uno de los problemas que sin duda más preocupan a los chilenos, han calado entre los más de 14 millones de electores convocados hoy a las urnas.

La elección de Piñera concreta el giro a la derecha que ha dado América Latina en los últimos años y sigue los pasos de Mauricio Macri en Argentina o Michel Temer en Brasil.

De esta forma, el presidente electo encara su segundo ciclo con el objetivo de no repetir el mal sabor de boca que dejaron sus primeros cuatro años, salpicados por la constante agitación social y algún caso de corrupción que aún colea.

La clave, como dicen los expertos, será saber si consigue ser capaz de sacar a Chile del bucle en el que lleva muchos años metido y encuentra por fin el equilibrio en las fuerzas económicas y sociales.