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Costa Rica efectuará elecciones marcadas por incertidumbre

SAN JOSE, 2 feb (Xinhua) -- Costa Rica elegirá el próximo domingo a su cuadragésimo tercer presidente de la historia, quien comandará al país durante su bicentenario (2021), en un proceso electoral marcado por la incertidumbre y una posible segunda vuelta.

Las encuestas del Centro de Investigaciones en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (CIEP) y de la empresa Opol Consultores colocan al candidato del Partido Restauración Nacional (PRN), Fabricio Alvarado, en el primer lugar de las preferencias electorales con un 16,9 por ciento, pero el volumen de indecisos lo duplica (36 por ciento).

Tres millones 322.328 personas componen el padrón electoral, quienes elegirán, además de presidente, a los 57 nuevos diputados del Congreso, que asumirán el cargo el próximo 1 de mayo.

Los 57 legisladores serán elegidos el domingo, pero no es tan seguro que ocurra lo mismo en la presidencia, donde se requiere de 40 por ciento de los votos válidos emitidos para que el mandatario y sus dos vicepresidentes ganen en la primera ronda.

Ganar en primera instancia parece ahora más complicado para los 13 candidatos postulados a la Presidencia de Costa Rica.

Según las encuestas, la lucha será entre cinco candidatos que suman el 56,7 por ciento de las intenciones de voto.

Esos candidatos, además de Fabricio Alvarado, son: Antonio Alvarez, por el tradicional Liberación Nacional (PLN); Carlos Alvarado, por el oficialista Acción Ciudadana (PAC); Juan Diego Castro, por Integración Nacional (PIN); y Rodolfo Piza, por la Unidad Social Cristiana (PUSC).

En caso de que ninguno de ellos supere el 40 por ciento de los votos, los dos candidatos con mayor número de sufragios se enfrentarán en segunda ronda el 1 de abril.

Este es el escenario que todos vaticinan en el país centroamericano, donde la campaña electoral ha estado marcada por la nueva influencia de partidos no tradicionales como el PIN y el PRN, que focalizaron sus argumentos en temas punitivistas y religiosos, respectivamente.

Castro se posicionó en la campaña electoral por sus posturas de "mano dura" contra la delincuencia, lo cual le valió colocarse en los sondeos como el segundo candidato más votado, después del aspirante del PRN.

El experto en comunicación política y profesor de la Universidad de Costa Rica, Gustavo Araya, dijo que el aumento en la intención de voto para Alvarado, quien en diciembre tenía un apoyo de 2 por ciento, se debe al "shock religioso" que provocó la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que solicitó a Costa Rica reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Este mandato de la CIDH hizo reaccionar a muchas personas de tendencia religiosa y conservadora, quienes encontraron en Fabricio Alvarado a un candidato que les ofrece luchar contra el reconocimiento del matrimonio homosexual.

Costa Rica es un país con una tradición religiosa, donde más del 80 por ciento de la población se dice cristiana en alguna de sus denominaciones (casi un 70 por ciento católica), según los datos del CIEP.

Estas fuerzas políticas restaron fuerza a los partidos que han comandado el gobierno costarricense, el PLN, el PUSC y el oficialista PAC, éste último golpeado por la opinión pública en los últimos meses.

No obstante, el candidato oficialista, Carlos Alvarado, ha aprovechado la coyuntura para mostrarse como el único candidato abiertamente progresista de los primeros cinco en las encuestas, punto que le ha reabierto sus posibilidades ante cuatro candidatos conservadores.

En cuanto a la elección de diputados, el panorama también luce incierto, y parece apuntar al grupo más dividido de la historia en el Congreso, con 25 partidos políticos (11 provinciales) que luchan por los 57 espacios disponibles en una Asamblea Legislativa.

El debate electoral ha dejado dudas ante problemas que no han sido los suficientemente atendidos, como la amenazada sostenibilidad del régimen de pensiones y el déficit financiero que aqueja el país, que ya alcanza un 6,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Entre tanto, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ordenó a partir del jueves la veda electoral, que prohíbe la difusión o realización de eventos propagandísticos hasta el día de las elecciones, así como cualquier tipo de encuesta o sondeo relacionado con el proceso.

Las urnas abrirán el domingo a las 6:00, hora local (12:00 GMT), y cerrarán a las 18:00 (00:00 GMT), con la supervisión de organismos internacionales como la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Los primeros resultados provisionales del domingo serán publicados por la institución desde las 20:00 horas del mismo día (2:00 GMT del lunes), cuando comenzará el escrutinio de las 6.612 Juntas Receptoras de Votos y se tendrá comunicación con los 500 encargados de transmisión de datos.

Tras el primer anuncio se realizarán actualizaciones periódicas, hasta el mediodía del día siguiente, aunque se espera que los principales resultados queden definidos en la misma noche del domingo o en la madrugada del lunes.