Expresidente brasileño Lula llega a la sede de la Policía Federal en Curitiba para cumplir prisión

Actualizado a las 08/04/2018 - 15:29

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RIO DE JANEIRO, 7 abr (Xinhua) -- El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) llegó hoy a la sede de la Policía Federal en Curitiba (sur de Brasil), donde deberá cumplir una pena de doce años y un mes de cárcel que recibió en el marco de las investigaciones de la gigantesca trama de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

Lula arribó a Curitiba en una avioneta de la Policía Federal procedente de Sao Paulo (sureste de Brasil) y, tras aterrizar en el aeropuerto, fue trasladado en helicóptero hasta la sede de la Policía Federal, donde quedará confinado en una celda especial que le han preparado en el ático del edificio.

Lula, de 72 años, se entregó esta tarde a la Policía Federal en Sao Bernardo do Campo (región metropolitana de Sao Paulo), tras no hacerlo durante el plazo que le dio el juez federal Sergio Moro, responsable del caso Petrobras en primera instancia, y que vencía ayer, viernes, a las 17:00 hora local (20:00 GMT).

Desde que recibió la orden de prisión, el jueves por la tarde, hasta hoy, Lula se encerró en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos del ABC (tal y como se conoce el cinturón industrial de Sao Paulo), en Sao Bernardo do Campo, rodeado por miles de simpatizantes.

Lula salió esta mañana a hacer un discurso delante de todos sus seguidores, acompañado de la cúpula del Partido de los Trabajadores (PT) y de representantes de partidos de izquierda, en el cual aseguró que se entregaría a las autoridades para probar su inocencia.

Pese a que sus seguidores intentaron bloquear las salidas del Sindicato para evitar que Lula se entregara, finalmente el exmandatario se puso a disposición de la Policía Federal, que lo trasladado a Sao Paulo bajo un gran esquema de seguridad.

Tras realizar un exámen físico en la sede de la Policía Federal, fue llevado en helicóptero al aeropuerto de Congonhas, de donde partió en avioneta rumbo a Curitiba.

Su llegada a Curitiba estuvo acompañada de un gran dispositivo de seguridad y de manifestaciones entre partidarios y contrarios a su detención.

El juez Moro decretó el jueves un mandato de prisión contra Lula, condenado en segunda instancia a doce años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.