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(Cumbre Américas) ENTREVISTA: Cumbre de las Américas que será un "momento difícil" para EEUU, según experto cubano

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 10 abr (Xinhua) -- La VIII Cumbre de las Américas que se realizará en Lima los días 13 y 14 "va a ser un momento difícil" para el gobierno estadounidense, pues su política internacional y especialmente la dirigida a América Latina es la "más errónea", dijo el politólogo cubano, Esteban Morales.

A pocos días de la inauguración de la Cumbre de Américas, la Casa Blanca anunció hoy martes que el presidente estadounidense, Donald Trump, no viajará a Perú ni a Colombia este fin de semana, para "supervisar la respuesta estadounidense a Siria", y enviará en su lugar al vicepresidente, Mike Pence.

Esteban Morales, doctor en ciencias económicas e investigador de la Universidad de La Habana, consideró que ciertamente el balance de fuerzas favorece a la derecha en América Latina, pero aún no le da plena libertad a Washington para determinar la agenda ni decidir cómo manejar los asuntos más relevantes para el hemisferio.

No sólo Cuba y Venezuela han sido víctimas en esta nueva escalada de amenazas, imposiciones y adopción de medidas coercitivas por parte estadounidense, desde México hasta los confines de Tierra del Fuego en Argentina han sufrido los embates de "Estados Unidos Primero", doctrina que coloca al mundo en la mira de Estados Unidos, señaló.

"A Trump le va a ser muy difícil reconstruir las relaciones de Estados Unidos con América Latina sobre las bases que él pretende imponer, con posiciones retrógradas y sin futuro", dijo el politólogo cubano.

"Porque la América Latina en que ellos aplicaron la Doctrina Monroe no es la actual, a pesar de todos los problemas y de la falta de avance político y económico", indicó Morales.

Naciones como Cuba, Bolivia, Nicaragua, El Salvador y otras, defenderán no sólo el derecho de Venezuela a participar pese a la exclusión de su presidente Nicolás Maduro, también encauzarán los debates hacia los temas que verdaderamente urgen y preocupan a Latinoamérica, comentó el experto.

"No creo que Estados Unidos haya logrado retrotraer a los momentos en los que tenía el control en las cumbres desde el año 1994, porque hay dentro de América Latina capacidades, actitudes, opiniones que no van a dejar que eso avance como Trump pudiera querer", apuntó.

Hace sólo un mes, la reconocida encuestadora estadounidense Gallup divulgó los resultados de un sondeo que reveló la escasa aceptación de Estados Unidos y su presidente en la región.

El estudio arrojó que sólo el 16 por ciento de los latinoamericanos aprueba la gestión de Trump y sus políticas hacia el continente.

El analista cubano también se refirió al tema central del foro, el enfrentamiento a la corrupción, uno de los flagelos que más afectan el desarrollo de los países de la región y que en los últimos meses ha desatado sonados escándalos en América Latina.

Ante esta realidad, Morales opinó que Cuba deberá acudir al encuentro con una posición sólida y franca al respecto, pues representa una preocupación para todos por igual.

"No estamos exentos a lo interno, pero estamos tomando medidas fuertes. No tenemos los mayores problemas en comparación con el resto de América Latina, pero la corrupción se puede tragar el proceso político cubano, y por eso es necesario combatir ese fenómeno", dijo.

De igual forma, el investigador de la Universidad de La Habana señaló que los representantes de la nación caribeña en la VIII Cumbre de las Américas deberán transmitir a la región un "mensaje combinado".

Pues sólo unos días después de concluido el cónclave, se elegirá al nuevo presidente cubano que dará inicio al relevo generacional de la máxima dirigencia política en la isla.

Según Morales, la ocasión será oportuna para fusionar en el discurso la continuidad en cuanto a política exterior y la determinación de mantener el curso soberano, solidario y socialista que ha caracterizado a Cuba por más de medio siglo de Revolución.

Al mismo tiempo, transmitir renovación y confianza en que los cambios emprendidos en 2011 con el proceso de actualización del modelo socio-económico, darán los resultados previstos.

"Cuba va a poner de manifiesto que está en condiciones de mejorar su situación económica, sin que esto signifique que va a acogerse a un nuevo sistema político y demostrará que sigue gozando del prestigio de siempre, que le permitirá seguir adelante en todos los aspectos", comentó.

La capital peruana albergará la Cumbre de las Américas, foro creado en 1994 sin la presencia de Cuba, debido a su expulsión en 1962 de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Fue hasta 2015, en el VII encuentro en Panamá, que Cuba participó por primera vez como invitada especial, ya que el gobierno de la isla rechazó reinsertarse en la OEA como miembro pleno pese a que en 2009 el organismo interamericano levantó la suspensión impuesta.

El principal objetivo de estas reuniones fue asegurar la hegemonía de Estados Unidos sobre el resto de las naciones del hemisferio, según el experto cubano.

Casi un cuarto de siglo más tarde, a pesar del visible retroceso de la izquierda y los movimientos progresistas en la región que dieron un vuelco a esas pretensiones a inicios del 2000, el escenario ha cambiado, añadió.

De acuerdo con Morales, primará el juicio y los errores del pasado no se volverán a cometer en esta Cumbre.

Pues más allá de la antipatía que provoca Trump y la estela de dependencia, sojuzgamiento y desequilibrio a favor de Estados Unidos que históricamente definió las relaciones con Latinoamérica, las ventajas del acercamiento a otras naciones resultan un mayor atractivo y brindan un saldo positivo del que todos se benefician, indicó.